El celebérrimo pasodoble con el que muchos diestros enhebran su paseíllo en las plazas casi oculta la existencia de la gran obra del maestro –no de una opereta, ni zarzuela ni ópera azarzuelada como suelen decir, o escribir, quienes no la conocen bien.
Penella paseó la obra por toda España y América –desde Argentina a Estados Unidos– con un considerable éxito, como muchos años después la paseó este mismo teatro con el maestro Miguel Roa y el tenor Plácido Domingo a la cabeza. Ahora vuelve a este escenario la que es en verdad una de nuestras grandes tragedias.
Esta producción es una síntesis dramática y estética que se instala en el tenebrismo español y que lleva el texto dramático a sus últimas consecuencias. La música, inspirada y con garbo, enlaza melodías con gran vuelo a lo largo de sus tres actos y cinco cuadros.
El texto cuenta la rivalidad a muerte entre un torero de gran éxito, «el Macareno», y un bandolero de la justicia, «el Gato Montés», por una muchacha gitana, «la Soleá». Ella ama al bandolero con el que se ha criado, pero también se siente muy unida al torero que la ha acogido.
Esta obra lírica españolísima, ahora depurada de todo tipismo cañí decimonónico, es de un gran impacto emocional. Aquí está nuestro imaginario nacional revestido de una gran riqueza melódica.
El gato montés fue estrenada en el Teatro Principal de Valencia el 22 de febrero de 1917.
Equipo artístico
Dirección musical. Ramón Tebar.
Dirección de escena. José Carlos Plaza.
Escenografía e iluminación. Francisco Leal.
Vestuario. Pedro Moreno.
Coreografía. Cristina Hoyos.
Reparto. Nicola Beller Carbone, Carmen Solís, Milagros Martín, Itxaro Mentxaka, Juan Jesús Rodríguez, César San Martín, Thiago Arancam, Alejandro Roy, Miguel Sola, Gerardo Bullón.
Orquesta de la Comunidad de Madrid. Titular del Teatro de La Zarzuela.
Coro del Teatro de La Zarzuela. Director: Antonio Fauró.