Esta muestra es el resultado de tres años de investigación, en colaboración con la Universidad Libre de Bruselas, de la conservadora jefe del Museo, Amparo López, y del especialista y profesor de la citada universidad, Didier Martens. La colección de pintura brabantina fue reunida principalmente a principios del siglo XX, entre 1902 y 1930. En palabras de la comisaria, “el gran interés que José Lázaro Galdiano y Paula Florido tuvieron por la pintura flamenca se materializó en la creación de una colección de más de setenta pinturas”.
La muestra está dividida por escuelas o centros de producción. La primera de ellas es ‘s-Hertogenbosch, ciudad natal de El Bosco, a la que le sigue Bruselas, en la que Lucas Gassel trabajó; Brujas, cuyos máximos representantes fueron Gerard David o Adriaen Isenbrandt; y Amberes, donde ejercieron su profesión artistas como Quentin Metsys, el Maestro de las Medias Figuras o Jan van Dornicke.
Como explica el comisario, «José Lázaro Galdiano sintió predilección por autores como Adriaen Isenbrandt, de quién llegó a poseer hasta cuatro cuadros, o el Maestro de las Medias Figuras, del que la colección atesora cinco obras; y fue el primero en nuestro país que, a principios del siglo XX, adquirió obra de estos maestros descubiertos por historiadores de arte de referencia como Max Friedländer o Georges Hulin de Loo».
Estudios y restauración
Para llevar a cabo la exposición se han restaurado diez tablas, ocho en el propio museo, entre ellas la Visión de Tondal, cuya autoría ha sido establecida recientemente como una obra del Taller del Bosco, y dos en el Prado: La Coronación de espinas o Las injurias a Cristo y La Virgen en oración. El Instituto del Patrimonio Cultural de España también ha colaborado realizando los estudios químicos y la documentación de la primera. Además, para todas las obras se han realizado estudios infrarrojos que han permitido visualizar el dibujo subyacente imperceptible a simple vista por estar bajo la pintura.
Como resultado de la investigación se publica un catálogo razonado que incluye cuatro textos de los especialistas, una ficha por cada una de las obras catalogadas, además de imágenes en gran calidad tanto del dibujo visible como del subyacente, así como comparativas con obras de otros museos.
Los investigadores y comisarios de la muestra, Didier Martens y Amparo López, detallan que el estudio de esta colección ha permitido no solo realizar más del 50% de nuevas atribuciones sino también conocer cómo adquiría las piezas este editor madrileño que, preocupado por su colección, se convirtió en su propio historiador de arte, tal y como se refleja en las numerosas anotaciones que se han encontrado en los libros de su biblioteca y en la correspondencia que mantuvo con los especialistas de la época.