Así se pueden contemplar sus grandes series o carpetas más conocidas, como Heráclito-nueve fragmentos – Torner-nueve serigrafías (1965), una de las primeras carpetas de serigrafías estampada en España, Equivalencias (1969), Resumen del decir – Laberinto – Pauta para un abecedario (Homenaje a Jorge Luis Borges) (1970), Sur – Géométries (1972), Japonesadas (1974), Sueño en la noche oscura (1991), Indagación (1999) o Praescriptura negra (2005), cada una de ellas de una variedad formal, una coherencia temática y una intensidad conceptual muy distintiva y singular. A la par se muestran numerosas estampas sueltas realizadas entre 1963 y 2005, algunas nunca expuestas con anterioridad.

Convocado por la Calcografía Nacional, el Premio Nacional de Arte Gráfico fue instituido en 1993 con el triple objetivo de reconocer la labor de los creadores que se dedican al arte gráfico, impulsar su práctica y estimular el coleccionismo de estampas. Gustavo Torner recibió en 2016 este galardón en reconocimiento a su trayectoria y aportaciones al arte gráfico.

El jurado, integrado por Antonio Bonet como presidente, los vocales Francisco Calvo Serraller, Estrella de Diego y José María de Francisco, y el académico delegado de la Calcografía Nacional, Juan Bordes, como secretario, destacó cómo, desde los inicios de su obra, Torner “ha concedido una importancia excepcional al dibujo y a la expresión gráfica, incluyendo una temprana utilización de la fotografía y nuevas y profundas experiencias en las técnicas gráficas”, así como “su definitiva aportación a la consideración de la naturaleza y su representación abstracta como síntesis de la búsqueda del conocimiento a través del arte”.

Evolución

Gustavo Torner. 'Batalla' (de la carpeta 'Equivalencias'), 1969.

Gustavo Torner. ‘Batalla’ (de la carpeta ‘Equivalencias’), 1969.

En 1946, acabados sus estudios de ingeniero de Montes, Torner se inicia artísticamente con una larga serie de imágenes de botánica realizadas a la acuarela y destinadas a publicaciones científicas. En 1955 realiza una sorprendente serie de fotografías de detalles de rocas y vegetales, principalmente; y entre ese mismo año y 1956 una serie de monotipos, también muy apegados a la naturaleza, que conducen su obra de la figuración a la abstracción.

Poco después, a comienzos de los años sesenta, su contacto con Eusebio Sempere y Abel Martín, introductores de la serigrafía artística en España, le facilitó su acercamiento a esta técnica, con la que ha realizado gran parte de su producción gráfica. En ella hay obras verdaderamente experimentales, y que permanecen prácticamente inéditas, con soportes y tintas poco habituales, o estampaciones sobre papeles vegetales superpuestos o estampados por ambas caras, alguna de las cuales se puede contemplar en la exposición. También ha trabajado con excelentes resultados en otras técnicas gráficas, como el aguafuerte y el aguatinta, la litografía o la estampación en seco, conformando el conjunto de sus estampas un capítulo muy destacado del arte gráfico español.

El artista ha concedido siempre gran protagonismo a su obra gráfica, incluyéndola junto a su pintura o escultura en numerosas exposiciones individuales, como en la gran retrospectiva celebrada en el Museo Reina Sofía en 1991, en la que estuvo ampliamente representada. Asimismo ha merecido varias exposiciones monográficas dedicadas exclusivamente a ella, entre las que cabe destacar la muy temprana celebrada en la Galería Turner de Madrid en 1974 y la que le dedicó el Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella en 1999. Actualmente se encuentra en proceso de edición una extensa publicación que además del catálogo razonado de su creación gráfica completa, desde 1955 a la actualidad, aborda su estudio y análisis.

La generación abstracta de los cincuenta

Gustavo Torner forma parte destacada de la generación abstracta de los cincuenta, más concretamente de ese grupo de artistas a los que se conoce como Grupo de Cuenca (Zóbel, Torner y Rueda, principalmente), creadores del Museo de Arte Abstracto Español de esa localidad y representantes de una línea del arte español alejada del expresionismo del grupo El Paso.

A lo largo de su ya dilatada carrera ha manifestado una sorprendente capacidad para adentrarse en los más diversos campos de la creación artística. Además de pinturas, esculturas (gran parte de ellas monumentales), dibujos, collages u obra gráfica, se ha dedicado con intensidad y reconocido prestigio a actividades tan diversas como la realización de tapices, vidrieras, fotografías, diseño gráfico, escenografía y figurines para teatro, ópera y zarzuela, museografía (en instituciones tan importantes como el Museo del Prado o la Fundación Juan March) o arquitectura y ordenación de espacios.

Ha realizado más de sesenta exposiciones individuales y participado en multitud de colectivas nacionales e internacionales, y su obra se encuentra representada en cerca de un centenar de museos e importantes colecciones de todo el mundo. Asimismo ha recibido numerosos premios y distinciones, y desde 1993 es académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

En 2005 se abrió en la antigua iglesia gótica de San Pablo en Cuenca el Espacio Torner, una instalación permanente con unas cuarenta obras del artista, muchas de las cuales forman parte de la colección del Museo Reina Sofía, depositario de la donación de unas seiscientas obras realizada por el artista al pueblo español en 2003, entre las cuales se encuentra casi toda su producción gráfica.