La exposición Arcimboldo. Las Floras y la Primavera reúne 14 obras y su núcleo principal lo componen los óleos sobre tabla Flora (1589) y Flora meretrix (c. 1590), pertenecientes a una colección particular y nunca antes mostradas hasta su publicación en 2014 por Miguel Falomir, director del Museo del Prado y autor del texto principal del catálogo. A ellas se suma ahora La Primavera (1563), del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), y dos copias contemporáneas de El Otoño y El Invierno de la colección de la duquesa de Cardona (Córdoba), para mostrar al más alto nivel ejemplos de las originales teste composte, o «cabezas compuestas», propias del estilo característico de Arcimboldo.
Pintadas con enorme pericia técnica a base de flores, pequeños animales y otros elementos naturales que se relacionan simbólicamente con el asunto representado, fueron realizados por el pintor milanés al servicio de los Habsburgo. La Primavera formaba parte de una serie de estaciones realizadas en homenaje al poder de la dinastía imperial y presentados solemnemente en 1563 al emperador Maximiliano II junto a una complementaria serie dedicada a los elementos naturales. Por su parte, las dos Floras responden al encargo realizado por el emperador Rodolfo II, relacionadas a su vez con el retrato del propio monarca como Vertumno (1591), hoy en el Castillo Skokloster, Suecia.
Junto a estas obras se exhiben los retratos de los prinicpales comitentes del pintor: El emperador Maximiliano II (1550) de Antonio Moro, perteneciente al Museo del Prado; y Rodolfo II, emperador de Austria (1552-1612) (1567) y El archiduque Ernesto de Austria (1553-1595) (1568) de Alonso Sánchez Coello, procedentes de la Royal Collection Trust de Londres. La galería se completa con la pintura también de Moro del Museo de Bellas Artes de Bilbao Retrato de Felipe II (c. 1549-1550), monarca que tuvo en su colección obras de Arcimboldo.
Por último, junto a este núcleo principal se incluyen diversos tratados contemporáneos sobre iconografía artística y botánica, que permite ilustrar el experto conocimiento cientifico del pintor milanés así como los primeros comentarios que sucitaron las celebres invenciones del artista como es el caso del pintor y escritor Gian Paolo Lomazzo en su Idea del tempio della pittura (1590).
Finalmente, y como colofón de la exposición, se han seleccionado cinco obras de la colección propia del museo con temas florales como son: Virgen con el Niño, ángeles y familia de donantes, Berthomeu Baró; La Sagrada Familia, Jan Gossart, llamado «Mabuse»; Florero con tulipanes, de Andries Daniels y Frans Francken el Joven; Canastilla de flores, de Juan de Arellano; y Guirnalda de flores, de Abraham Mignon.
Sobre Gisuppe Arcimboldo
Gisuppe Arcimboldo nació en 1526 en Milán, donde se formó con su padre, Biaggio –que trabajaba como pintor en la cateldral de esa misma ciudad– y sus tíos Ambroggio y Gian Giacomo, también pintores.
En 1549 aparece el primer registro de su trabajo en la catedral de Milán como dibujante de cartones para vidrieras, en la que colabora hasta 1557. En el año 1554 se independiza de su padre y, aunque sigue trabajando para la catedral de Milán, realiza otros trabajos, como el dorado del marco de la pintura de Tiziano La coronación de espinas, para la iglesia de San Maria delle Grazie de Milán. Dos años después Giuseppe Arcimboldo colabora con el pintor y arquitecto Giuseppe Meda (1534-1599) como pintor de frescos para la catedral de Monza. También trabaja para la iglesia de San Francesco Grande de Milán.
En 1558 realiza el cartón (en realidad, un lienzo) para el tapiz Muerte de la Virgen, destinado a la catedral de Como, aunque no entrega la obra hasta 1561. Un año después, en 1562 Arcimboldo se une a la corte imperial de Viena invitado, al parecer, por el futuro emperador Maximiliano II. Posteriormente, es en 1563 cuando pinta la serie de las Cuatro Estaciones.
Los primeros registros que documentan su actividad para la corte imperial como pintor de retratos y de otros cuadros, cuya naturaleza no se especifica, aparecen en 1565. Y es en 1569, el día de Año Nuevo, cuando se presentan al emperador las series de las Cuatro Estaciones y de los Cuatro Elementos –creados en 1566–, acompañadas por un panegírico del poeta Giambattista Fonteo.
Entre los años 1570 y 1580 es cuando Arcimboldo aparece documentado como diseñador de espectáculos, recepciones, torneos, representaciones teatrales y otras actividades, que se celebran en la corte de los Habsburgo. Y entre los años 1571-1576 el pintor realizó su autorretrato a la acuarela, conservado hoy en la Galería Nacional de Praga.
Años después, en 1581 –y tras ser nombrado conde palatino por Rodolfo II en 1580– Arcimboldo viaja por tercera vez a Milán, a donde acude para nombrar usufructuario de sus bienes a su amigo Giovanni Filippo Gherardini, en caso de fallecer antes de que su hijo Benedetto –nacido en 1575– cumpliera la mayoría de edad. En 1585 el pintor ofrece a Rodolfo II una carpeta con 158 dibujos con diseños de trajes, fuentes y trineos. Dos años después, decide regresar definitivamente a Milán, donde permanece hasta su muerte. En gratitud por todos sus años de servicio a la Casa de Habsburgo, Rodolfo II le efectuó un pago especial de 1.500 florines.
Más tarde, en 1589, es cuando decide pintar Flora, que regala a Rodolfo II el día de Año Nuevo de 1590. Un año después, retrata a Rodolfo II en Vertumno como el dios del mismo nombre, obra que empareja con Flora. Finalmente, en 1593 Giuseppe Arcimboldo fallece en su casa de Milán.