También se pueden ver una veintena de litografías, como Autorretrato, El Genio de la Libertad, Espronceda, Larra o Zorrilla, y algunas de sus pinturas, entre ellas Francisco de Goya, Los duques de San Fernando o Ángel custodio.
Este conjunto refleja el trabajo de una dibujante excepcional, conocida sobre todo por su relación con Goya. Así, a las piezas anteriores se unen dibujos que el pintor hizo para el aprendizaje de Weiss, como Mendigo, Dromedario y Pantera.
La exposición, comisariada por Carlos Sánchez Díez, del Departamento de Conservación del Museo Lázaro Galdiano, reúne piezas de esta institución, de la BNE, la Bibliothèque municipale de Bordeaux, el Museo del Prado, el Museo del Romanticismo y diversas colecciones privadas, así como de otros museos e instituciones públicas.
En la Quinta del Sordo
Weiss vivió con su madre, Leocadia Zorrilla, y Goya en la Quinta del Sordo entre 1820 y 1824, y desde el otoño de 1824 en Burdeos, donde la familia permaneció hasta su regreso a Madrid en 1833. El pintor trataba a la niña con un gran afecto y se refería a ella como “mi Rosario”. Corrían ciertos rumores de que podría ser hija suya, pero no existen pruebas que lo confirmen. De hecho, el artista no incluyó en su testamento ni a Weiss ni a su madre, quienes tuvieron que subsistir gracias a la pensión que esta última obtuvo como exiliada política, y a la ayuda prestada por Pierre Lacour –profesor de la joven– y el círculo de amigos de Goya en Burdeos.
Weiss comenzó a dibujar gracias a los esbozos que Goya hacía para que ella los copiara o completara, y en 1825 entró en la escuela pública de dibujo que Pierre Lacour (1778-1859) dirigía en Burdeos, donde recibió instrucción académica. Su formación francesa atemperó la expresividad de sus primeros pasos junto a Goya, dirigiéndolos hacia el trazo preciso, limpio y ordenado que entonces predominaba en Francia, a la manera de Ingres.
En Madrid adaptó con éxito su estilo al Romanticismo hispano y desarrolló una breve pero intensa carrera profesional. Compaginó la copia de pinturas de grandes maestros (Goya, Velázquez, Murillo, Tiziano, Rubens, Van Dyck), muy demandadas entonces, con la realización de retratos a lápiz de escritores y personajes de la burguesía liberal, en su mayoría socios como ella del Liceo Artístico y Literario (Espronceda, Zorrilla, Mesonero Romanos, Larra). También dibujó del natural apuntes de plantas y árboles, e hizo paisajes idealizados con castillos, lagos o ruinas. Además fue una excelente litógrafa.
En la Academia
En 1840 tuvo el honor de ser una de las pocas mujeres en ingresar como académica de mérito por la Pintura de Historia en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Dos años después alcanzó su máximo reconocimiento cuando la nombraron maestra de dibujo de Isabel II y su hermana, la infanta Luisa Fernanda, cargo que desempeñó durante muy poco tiempo, pues murió de cólera el 31 de julio de 1843.
El comisario destaca de entre las obras de la exposición, además de los dibujos de formación, como el llamado Álbum Goya-Weiss, sus retratos a lápiz, tanto de su etapa en Burdeos como los que hizo en Madrid; también sus litografías, de una calidad sobresaliente, y algunas muy curiosas como las que representan números de circo, un espectáculo que Goya, Leocadia y Rosario frecuentaban en Burdeos. También hay una litografía importante por su calidad y por mostrar un temprano posicionamiento político, se titula el Genio de la Libertad, un homenaje al general Espoz y Mina, quien en otoño de 1830 había organizado un ejército de exiliados liberales españoles con el objetivo de derrocar la monarquía absoluta de Fernando VII; de este ejército de voluntarios, derrotado en Vera de Bidasoa, formó parte Guillermo Weiss, hermano de la artista.
Esta exposición cuenta con la colaboración con el Museo Lázaro Galdiano y el Centro de Estudios Europa Hispánica (CEEH).