Los 12 participantes seleccionados comenzaron la ruta a principios de mayo en Argentina (concretamente en la ciudad de Resistencia), después cruzaron Bolivia y finalizaron en Paraguay un mes después. Durante la travesía se encontrarían con distintas realidades en torno a los pueblos indígenas, el acceso a la propiedad de la tierra, la deforestación, los modelos productivos, el avance de la frontera agropecuaria y la memoria histórica. A partir de estos aprendizajes los participantes se inspirarían para la producción de sus obras y trabajos.
La exposición pretende que el visitante pueda adentrarse con todos sus sentidos en la región gracias a una suerte de diario de viaje que va desde la planificación a través de los mapas –que se muestran como meras representaciones formales que se alejan la realidad de la región– hasta los rostros y las manos de sus pobladores, pasando por la enorme diversidad natural que contienen sus tierras.
Entre las visiones particulares que los exploradores ofrecen de su viaje se encuentra la de Mario Vargas, que ha centrado su mirada en la gestión de los escasos recursos hídricos de la zona; la de Alejadra Delgado, que superpone fotografías de los diferentes habitantes de la región para mostrar su enorme diversidad social; o la de la propia comisaria Lia Colombino, que ha querido traer algunas de las frases más impactantes que escucharon durante su mes de viaje.
La muestra se completa con una instalación, que lleva por título Hagamos todo juntos, en la que puede verse cómo una de las exploradores recogió un objeto recogido durante cada día de su viaje y se lo regaló a treinta personas, pidiendo a cambio una «devolución» en la que contarán su percepción sobre el Chaco.
Entre la explotación o la conservación
El Gran Chaco es una enorme región de Sudamérica que se extiende entre Argentina, Paraguay, Bolivia y una pequeña porción de Brasil. Es la región boscosa más extensa del continente y constituye una de las reservas de diversidad biocultural más importantes del mundo (cubre una extensión aproximada de 1.141.000 km²). Entre las etnias que habitan este territorio están la ayoreo, ishir, maka y nivaklé. El Chaco se debate en la actualidad entre permitir la explotación extractiva para producir materias primas que satisfagan la demanda global creciente o conservar sus recursos naturales y la forma de vida tradicional de sus pueblos.