La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico (JCNTC), bajo la dirección de Gamboa –premiada por montajes como su versión de La casa de Bernarda Alba con mujeres gitanas del poblado chabolista del Vacie– y Yayo Cáceres –responsable de la Cervantina de Ron Lalá y la CNTC– , es la encargada de dar vida a esta obra, que se representa en la Sala Tirso de Molina del Teatro de la Comedia desde este jueves, 22 de febrero, hasta el 25 de marzo.

«Como dramaturga, sor Juana Inés de la Cruz es una adelantada a su tiempo, no ya por la perfección y belleza de su verso, de sobras conocido, sino por la maestría con la que perfila psicológicamente los personajes, especialmente femeninos. Son de una delicadeza y profundidad extraordinarias. Más aún cuando en sus obras son ellas las que asumen el protagonismo de una forma real que no cede al tutelaje de nadie», reflexiona Gamboa.

Su compañero Yayo Cáceres va más allá y afirma que la autora «nos habla aquí de ella misma en boca de Doña Leonor, al contarnos su inclinación a los estudios; ella, que acaso se disfrazó de hombre para estudiar, disfraza de mujer a Castaño, criado de Don Carlos de Olmedo».

Gamboa y Cáceres se embarcan así en este proyecto con la Joven CNTC para rescatar la que muchos consideran la obra más destacada de sor Juana Inés de la Cruz en una versión de Antonio de Álamo.

A la directora, esta autora novohispana le parece «un crisol de literatura», ya que «su obra lírica es fascinante, su prosa es fascinante y su dramaturgia es fascinante. Es la escritora más importante del barroco hispanoamericano».