Joana Biarnés es la primera fotorreportera del periodismo catalán y español que fue «a contracorriente», con valentía en una época de pensamiento único. Su legado fotográfico, que va desde el deporte hasta el reportaje social pasando por accidentes y catástrofes, muestra una etapa clave del siglo XX: los años de la España triste y empobrecida del franquismo y de los inicios de la democracia, con aspiraciones de libertad y obertura de una sociedad que recuperaba la ilusión. La mirada fotográfica de Joana Biarnés captó a esa sociedad cambiante y a los personajes más representativos en situaciones naturales y sorprendentes.
A contracorriente podría ser no solo el título de la exposición, sino el espíritu que define la manera de vivir de Joana Biarnés, apasionada por una profesión que en su época ejercían únicamente los hombres. Supo luchar contra todas las adversidades: en los partidos de fútbol donde se la increpaba por ser mujer e ir con falda, motivo por el que se la quiso expulsar alguna vez del campo; consiguiendo el billete de avión en el que viajaban los Beatles a Barcelona o subiendo por el montacargas hasta la planta del hotel Avenida Palace reservada para el grupo, y así poder llegar hasta su suite, donde Ringo Starr le abre la puerta y consigue pasar tres horas con los componentes la banda.
Chema Conesa, fotógrafo y comisario de la exposición, destaca que Joana Biarnés tenía un compromiso total con el periodismo, con el fotoperiodismo. «Ella creía –señala Chema Conesa– en la necesidad de hacer periodismo de un modo absolutamente honesto. Se acercaba mucho a los personajes, hablaba con ellos y de alguna forma construía su mundo. Era casi imposible resistirse, decir que no a una mujer tan cercana». Sobre la mirada femenina en fotografía, Chema Conesa explica que «era una cuestión nueva en la prensa de aquel momento. Ella buscaba el detalle que mejor podía definir mejor la noticia. Y ese detalle casi siempre era absolutamente femenino».
Silvia Omedes, directora de la Fundación Photographic Social Vision y representante de Joana Biarnés, constata que «el espíritu documentalista, curioso por naturaleza de Joana Biarnés se puede ver reflejado en casi todos los trabajos realizados por ella, desde el retrato de famosos a sus trabajos en el mundo de la moda. El ojo cómplice de Joana Biarnés siempre estuvo atento a los detalles y gestos de la gente en la calle, como fina observadora de la realidad social».
El reportaje, condensado en la foto
El lenguaje fotográfico de Joana Biarnés sigue el dictado de lo que aprendió de su padre: «todo reportaje debe condensarse en la foto», y así lo hacía. Supo captar tras la cámara a personajes famosos, mostrándolos más cercanos, o cómplices de su objetivo como Lola Flores, Marisol, Massiel, Orson Welles, Rocío Durcal, Rocío Jurado o Raphael, entre otros, convirtiendo al espectador en testigo de actitudes totalmente naturales, olvidándose de la presencia de la cámara. Otros artistas que se rindieron ante su carisma fueron Yul Brinner, Jack Lemmon, Clint Eastwood o Roman Polanski.
Fotografió a artistas reconocidos internacionalmente como Dalí o Buñuel, también realizó impactantes fotografías que hoy podrían convertirse en premios World Press Photo, como las impresionantes imágenes de las riadas de 1962 en el Vallés, o reportajes costumbristas de una España que iba abriéndose tímidamente a la libertad, fotografiando jóvenes hippies en Ibiza, al lado de mujeres de edad avanzada, vestidas de negro.
Una visión fotográfica perspicaz y espontánea y que además conseguía de todos los retratados, su confianza y su respeto. Ejemplo de ello es la imagen de Joan Manuel Serrat durmiendo la siesta delante de la carta de ajuste de la televisión o la de la comida familiar del clan Bosé olvidando que eran retratados.
En el año 1985, la fotoperiodista decide abandonar la profesión, decepcionada por el nuevo rumbo que iba tomando el periodismo con la llegada de los paparazzi, y se traslada a Ibiza para disfrutar de otra de sus pasiones, la gastronomía. Abre Cana Joana en Ibiza y lo convierte en un restaurante de referencia y punto de encuentro de personajes como Julio Iglesias, Juan de Borbón o Juan María Arzak, entre otros. Tras más de 20 años dedicados a la restauración, se jubila y se traslada a Viladecavalls, donde verá como su olvidado archivo empieza a ser reconocido.
Su redescubrimiento se inicia cuando el fotógrafo de Terrassa Cristóbal Castro recibe el encargo de preparar una exposición en Terrassa sobre las riadas del Vallés coincidiendo con el 50 aniversario, contacta con Joana Biarnés y empieza a descubrir todos los negativos y copias de época que ella conserva en su casa. En 2014 el periodista Jordi Rovira y el realizador Óscar Moreno inician la filmación de un documental sobre su vida, Joana Biarnés. Una entre todos, que se estrena en 2015. Más tarde, la editorial La Fábrica publica un Photobolsillo dedicado a Juana Biarnés. En 2017, la exposición Juana Biarnés. A contracorriente, producida por La Fábrica y comisariada por el fotógrafo Chema Conesa, inicia su itinerancia. Habiéndose inaugurado ya en Madrid y en Zaragoza, ahora llega a Barcelona, al Palau Robert.
El legado de Joana Biarnés es todo esto y más. El vivo retrato de una España que fue y que forma parte de nuestra historia más cercana.
El libro
Coincidiendo con la inauguración de la exposición, se ha presentado el libro Joana Biarnés. Disparando con el corazón editado por la Fundación Photographic Social Vision y por Blume, que ha recibido el apoyo de la Generalitat de Catalunya, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Madrid, el Ayuntamiento de Terrassa y los laboratorios REBEL·LAB PHOTO. El volumen cuenta con los prólogos del fotógrafo y periodista Chema Conesa (Murcia, 1952), de la periodista y escritora Natalia Figueroa (San Sebastián, 1939), y con los textos en primera persona de Joana Biarnés comentando sus fotografías y anécdotas de vida, así como una cuidada biografía a cargo del periodista Jordi Rovira (Mataró).
Una publicación definitiva que resume ampliamente el legado de la primera mujer fotorreportera del país que no solo pone en valor un gran archivo recién descubierto, sino que descubre la vida plena, intensa de una mujer y profesional extraordinaria.