Descendiendo de las tradiciones heráldicas europeas, es frecuente encontrar estos leones hoy en día en jardines protegiendo las puertas de hogares contemporáneos, dirigiendo su mirada hacia quien accede a ellos o piensa hacerlo. Sentados en pedestales, son réplicas de hormigón de esculturas clásicas, esta vez posados sobre objetos de otra época que con el paso del tiempo han perdido su función.
El pedestal blanco clásico actúa generalmente como separación entre la escultura y el suelo, entre el objeto y el abyecto, el arte y la arquitectura, lo alto y lo bajo. La atención normalmente tiende a centrarse en aquello que es dinámico, mientras que lo estático se mantiene generalmente en segundo plano. Así, cuando la escultura se convierte en una constante y el soporte en una variable, los papeles se invierten y la escultura se convierte en un soporte para el pedestal.
La obra de Boccato explora la relación entre forma y lenguaje, abstracción y figuración, desafiando constantemente los impulsos del espectador para etiquetar, declarar, categorizar y diferenciar. Revoltosas y hasta engorrosas, sus piezas ponen a prueba los límites de la pintura, la escultura y el dibujo, fabricadas con materiales industriales como aglomerados, hormigón, poliéster, así como con objetos ya hechos, presentando formas simples de colores llamativos.
La exposición de Boccato en Tabacalera ha sido organizada por la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes del Ministerio de Educación Cultura y Deporte.