El título de la exposición coincide con la obra homónima de Smith, realizada al principio de su carrera, en la que enfrentaba diversas pinturas y las relacionaba con la sociedad contemporánea y la llamada modernidad barroca.
Más que cronológicamente se ha optado por una disposición temática sobre motivos recurrentes en su obra: Abstracción, Urbano, Color, Cuerpo, Naturaleza, Arqueología y Escala. Obras producidas en distintos momentos de su vida pero conectadas, como dice la artista como un «palimpsesto gigante», por la irracionalidad y el caos.
En Abstracción, Smith habla sobre la modernidad y el fracaso de la estética asociada a ella en el contexto de los estados de América Latina. Esta contaminación enturbia la geometría y el cromatismo, como en Estadio Azteca. Proeza maleable.
Urbano recurre a la retícula moderna para retratar la expansión urbana de Ciudad de México, con sus mercadillos callejeros y la estética kitsch. Los significados antagónicos se superponen: lo ancestral y lo moderno, lo popular y lo folclórico. En Color este elemento está sobresaturado y exagerado, es kitsch. La obra Bulto aparece como un objeto extraño e inexplicable en circulación perpetua.
Cuerpo sigue la teoría carnavalesca de Mijaíl Bajtín, la estética del absurdo como crítica de la corrupción del gobierno neoliberal, inspirado en El jardín de las delicias de El Bosco. Naturaleza sirve de contrapunto al contexto urbano, como en Xilitla. Desmantelado 1, donde se ven las diferencias de escala en las selva amazónica brasileña y de la mexicana, o Fordlandia, una batalla entre la selva y la industria.
Arqueología estudia la historia del colonialismo desde el presente, las ruinas de la modernidad y la entropía. Finalmente, Escala supone un experimento sobre la percepción, jugando con lo fantástico y lo absurdo, desde panorámicas del desierto de Atacama hasta un mosquito posado en la piel humana.
Sobre Melanie Smith
Nace en Reino Unido en 1965. Abandona el país gobernado por Thatcher en 1989 para instalarse en México, año en que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cierra una etapa de 60 años de hegemonía al frente del país. La globalización neoliberal y el capitalismo hiperconsumista chocan con una economía informal y los continuos fracasos de la modernidad. La cultura latinoamericana y la anglosajona van de la mano en su obra, donde la pintura, directa o indirectamente, siempre está presente.