Pinturas negras y El sueño de la razón. Ambas series son deudoras del pintor Francisco de Goya (1746-1828), epítome de la plasmación de la turbación del mundo interior del artista. La primera, en referencia a las obras murales que pintó entre 1819 y 1823; y la segunda, como título parcial del aguafuerte El sueño de la razón produce monstruos, datado en 1799.
Pinturas negras representa las acciones del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001: Guerra de Afganistán, Irak, ejecución de Sadam Hussein, torturas en Abu Ghraib y Guantánamo, el espionaje masivo de USA Patriot Act, así como las filtraciones de Assange, Snowden y Manning. Para ello, Aguirre se desentiende del óleo blanco e impele al esfuerzo del observador para traspasar el velo negro de esta serie en pequeño formato.
En El sueño de la razón se produce una conciliación entre la forma y la representación a través de recomposiciones, desfases, duplicidades, parcialidades y veladuras. La falta de intelecto, el letargo del buen juicio asola el panorama político. Trump, Maduro, Putin, Alberto y Keiko Fujimori simbolizan la mezquindad y el arraste del electorado adormecido. Cataluña también tiene un hueco con su profusión de banderas españolas e independentistas como muestra de la razón dormida.
Sobre Aguirre
Miguel Aguirre estudió pintura en la Facultad de Arte de la Pontifica Universidad Católica del Perú. Obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Ha realizado exposiciones en distintos museos, instituciones y galerías de Perú, Brasil, Ecuador, Suiza, Estados Unidos, Holanda, Chile y España. Ha obtenido numerosos premios y menciones, como el Artes Plásticas de Fundación Telefónica, el Premio Banco de Crédito de Perú, y en 2017 el Premio Nacional de Artes Visuales de Trujillo (Perú). Es la cuarta vez que expone en la Galería Pilar Serra: en 2008 realizó 22 pinturas sobre el atentado de Atocha; en 2011 presentó Otoño, verano, invierno, donde trasladó al óleo tres obras cinematográficas como metáfora de las revueltas árabes; y en 2014, Blancas juegan y ganan, sobre el tira y afloja que implica la táctica política.