Se rebeló contras sus contemporáneos de la Secesión y la Wiener Werkstätte –que querían convertir la vida en arte tomando como modelos elementos abstractos de la naturaleza–; se enfrentó a los espacios interiores burgueses, repletos de objetos decorativos pero inútiles, y propuso crear otros que protegiesen la intimidad del individuo del exterior a fin de resolver la escisión entre el ser individual y el ser social.
Por eso, Adolf Loos. Espacios Privados se centra en su obra como creador de interiores y diseñador de mobiliario que puso en valor el debate entre espacios de vida pública y de vida privada. Coorganizada por el Museo del Diseño y por la Obra Social “la Caixa”, muestra más de 120 muebles concebidos por él o seleccionados por Loos entre el 1899 y el 1931 para sus espacios interiores. Este mobiliario se complementa con material documental como fotografías de época, litografías, dibujos, escritos y planos de proyectos arquitectónicos y maquetas de obras realizadas y de proyectos no exitosos.
Es precisamente en estos espacios interiores en los cuales encontramos el Adolf Loos más revolucionario. El apartamento constituye la esfera íntima, el refugio del individuo frente a la vida social. Valores como la intimidad, privacidad o confort encuentran en el diseño de los espacios privados y el uso del mobiliario doméstico de Loos un ejemplo de nuevas formas de la cultura del hábitat.
«Adolf Loos. Liberó la humanidad de trabajos inútiles»
Con este epitafio, escrito por el mismo Loos, el arquitecto dejaba constancia de su voluntad y trabajo a lo largo de los años en pro de una arquitectura útil y plenamente al servicio del usuario.