Con periodicidad anual, diferentes artistas y arquitectos serán invitados a plasmar de modo expositivo un recorrido de carácter divulgativo a través de los archivos, así como a plasmar una lectura personal del Palacio.
El primer invitado es David Bestué (Barcelona, 1980). Tramas, su propuesta, escultórica y gráfica, se despliega en tres intervenciones complementarias.
En la más divulgativa, su mirada presta especial atención a la iconografía elegida para el Palacio y a las reacciones que levantó en su momento. También se adentra en el contexto político de los primeros años del siglo XX, bajo el reinado de Alfonso XIII, que suponen una refundación nacional, y en el trabajo de Antonio Palacios, cuyas obras antes y después de la Guerra Civil marcaron el devenir de la arquitectura de la capital hasta su muerte el año 1945. En este espacio, que se articula a través de textos, dibujos e imágenes, se mezclan las referencias y materiales históricos con fotografías tomadas por Bestué durante el período de investigación.
Lo ornamental
En una segunda intervención se expone una aplicación práctica del estudio que el artista ha llevado a cabo del aparataje ornamental del Palacio, uno de sus elementos más característicos. Así, en colaboración con el Estudio de diseño Setanta (a cargo también del diseño expositivo) y Biel Studio, ha creado una serie de tramas o patrones decorativos que funcionarían como una actualización iconográfica, aplicable a pavimentos, tejidos o plafones arquitectónicos. Tramas, texturas, ritmos, geometrías, espesuras, repeticiones, rejas, degradados, figuraciones, celosías, bucles, redes y arabescos que acompaña con una serie de fotografías tomadas estos últimos años por el país y que le han servido como base, como nuevos imaginarios.
Por último, en el espacio central, situado detrás del ventanal orientado a la Plaza de Cibeles, Bestué presenta una intervención escultórica en la que la funcionalidad y la ornamentación arquitectónica, el pasado y el presente, dialogan a través de un juego poético de materiales: la uralita como material constructivo de uso común, fabricada de modo artesano con ceniza, el resto de nuestra sociedad; y la crestería, en otro tiempo elemento artesanal, sinónimo de riqueza, producida de modo industrial con polvo de mármol. Una reflexión sobre el devenir de los materiales y sus usos que habla en cierto modo también de la propia historia del Palacio de Cibeles.