Tras un exhaustivo examen de los centenares de hojas de contactos, y cerca de cuatro mil negativos, han aparecido recientemente nuevas fotografías, algunas de ellas firmadas, obra de Palmira Puig.
Palmira se casó por poderes en 1942 con Marcel Giró (Badalona, 1913 – Mira-sol, 2011), a quien conocía desde la adolescencia. En 1937, huyendo de la Guerra Civil, se había instalado en Colombia. Palmira se reunió con él y posteriormente se instalaron en São Paulo. Es allí donde Marcel retoma su afición por la fotografía y acaba dedicándose a ella profesionalmente.
Se convierte en uno de los miembros más destacados del Foto Cine Clube Bandeirante (FCCB). Integran este movimiento, fundado en 1939, los fotógrafos y artistas Thomaz Farkas, Eduardo Salvatore, Geraldo de Barros, Rubens Teixeira Scavone, German Lorca, José Oiticica Filho y Gaspar Gasparian, entre otros. A partir de la década de los años cuarenta comienzan a cuestionarse el pictorialismo e incorporan la estética moderna en la fotografía brasileña.
En 1956, Palmira Puig es admitida en el FCCB. Es una de las pocas mujeres en formar parte de este grupo experimental de fotografía y cine. Empieza entonces a desarrollar su propio estilo fotográfico y participa en exposiciones internacionales. Su obra está inscrita en la estética de la Escuela Paulista, pionera de la fotografía moderna brasileña.
Su obra se articula en la experimentación y audacia del tratamiento que otorga a sus imágenes en blanco y negro. El corpus más importante de su obra se caracteriza por la poesía y la elegancia de sus naturalezas muertas, paisajes y retratos. Una gran delicadeza impregna siempre sus fotografías. La figura humana y su entorno se inscriben en el nuevo figurativismo que surgió a finales de los años cincuenta en la Escuela Paulista.
Palmira y Marcel abren su propio estudio en São Paulo en 1953. El Estúdio Giró se convertiría en uno de los de fotografía publicitaria más importantes de Brasil, manteniéndose en activo hasta 1978, cuando deciden regresar a España. Palmira fallecerá en Barcelona a los pocos meses de su regreso. Marcel tardará muchos años en recuperarse de su pérdida.
Además de su propia aportación como fotógrafa, Palmira fue un referente esencial en todo el trabajo de Marcel. En su producción artística inspira muchos de sus retratos más célebres. En sus fotografías más experimentales, la presencia de su figura es la referencia en la escala del objeto fotografiado. Su implicación en el trabajo publicitario del Estúdio Giró convertía siempre su criterio en determinante para la aprobación final de los trabajos.
Sin embargo, su trabajo ha permanecido hasta ahora prácticamente inédito. En 2016, el Museo de Arte de São Paulo (MASP) incluyó una fotografía suya en la exposición dedicada a la Colección Foto Cine Clube Bandeirante. En Europa se presentó durante Paris Photo 2018 en el estand de RocioSantaCruz.
Excepcional tándem
Esta exposición es la primera dedicada a la fotógrafa. La integran casi setenta imágenes, entre tirajes vintage, hojas de contacto y reprints. Además de las fotografías firmadas y atribuidas a Palmira Puig, incorpora algunos de los más bellos retratos que Marcel realiza de Palmira y ella de él. Y también algunas fotografías realizadas con la misma cámara y el mismo carrete fotográfico. De estas no podemos afirmar con total seguridad su autoría. Mantienen el misterio de este excepcional tándem artístico y sentimental que fue la pareja Puig-Giró.