Antes de convertirse en el pintor que extrajo poesía de las malas calles de Madrid, Ceesepe fue un precoz, tenaz y brillante dibujante de historietas. Su obra en el ámbito del cómic se desarrolló a lo largo de apenas diez años, pero su influencia y resonancia no se limitó a ese periodo. Hoy, décadas después, se presenta como un singular retrato de la vida que siguió al fin de la dictadura.
Comisariada por Elsa Fernández-Santos, la muestra abarca una década, se remonta a los años escolares del artista y se cierra en el año 83, con sus últimos cómics y cuando su metamorfosis hacia la pintura ya ha culminado. Reúne obra y cómics originales, cuadernos, revistas, juegos, fotografías, la película El día que muera Bombita y publicaciones vinculadas a esos años y a los cómics más relevantes del artista. Son casi 300 piezas que permiten conocer cómo se desarrolló su trabajo durante esa intensa década
La primera sala de la exposición está dedicada a su primera, del colegio al año 80. Destaca la obra medular de la Cascorro Factory, y de la que la exposición toma su título, Vicios modernos. En la segunda sala destaca El Tacón cubano, una historieta en la que el formato del dibujo ya es mucho más grande. Pero, en esta sección, el absoluto protagonista ya es el color con Estrellita va a Nueva York o El día que muera Bombita.
También hay algunos de los dibujos que realizó para la ópera prima de Pedro Almodóvar, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Por último, la exposición cuenta con dos espacios audiovisuales, uno en el que se proyectará El día que muera Bombita y otro titulado Mis años Ceesepe con fotografías de su amigo Alberto García-Alix.
Los originales, las fotografías y los cuadernos (muchos de ellos escolares) son, en su mayoría, propiedad del Archivo Lafuente. La Casa Encendida y el Archivo Lafuente trabajaron mano a mano con el artista hasta su muerte, en septiembre de 2018, para llevar a cabo esta muestra.
El libro de la exposición, coeditado por Fulgencio Pimentel y Ediciones La Bahía (Archivo Lafuente), cuenta con 400 páginas que presentan una recopilación integral y exhaustiva de los cómics del artista acompañados de cuatro textos: el de Alberto García-Alix, que evoca su amistad con Ceesepe y sus años juntos en la Cascorro Factory; el de Onliyú, quien fue redactor jefe de El Víbora y que explica la conexión de Ceesepe con el cómic underground de Barcelona; el del crítico Jordi Costa, que analiza el trabajo de esa década de Ceesepe, y el de la comisaria, Elsa Fernández-Santos.