Esta muestra se incluye en el ciclo Crisis? What Crisis?, iniciado en 2016, año en que se cumplieron 40 años del fin de los 40 años de la dictadura de Franco. Aprovechando esa efeméride se plantearon tres exposiciones con las que pasar revista a otras tantas sensibilidades, corrientes o líneas de fuerza del arte canario contemporáneo, entendiendo por tal el realizado por los artistas nacidos después de la muerte del dictador.
Estos eclosionaron o maduraron en torno a 2008, y fueron afectados intensamente por la crisis, razón que explica el título del ciclo, que hace alusión a un disco de Supertramp editado también en 1975. ¿Tiene forma la catástrofe? es el subtítulo de este ciclo que trata precisamente de encontrar continuidades en una generación marcada por la inestabilidad.
Esta tercera muestra analiza las obras de un conjunto de artistas que, a caballo entre siglos, decidieron hablar en primera persona de su peripecia vital, marcada por la necesidad de construir narrativamente unas vidas que debían desenvolverse en un contexto cambiante que dificultaba sobremanera vivir a largo plazo.
Vocación anacrónica
Los autores que se reúnen ahora eligieron como medio fundamentalmente la pintura, pero no porque pintar fuera lo normal, sino por todo lo contrario, porque había dejado de ser una técnica viable, incapaz, por su ritmo lento y su estaticidad, de dar cuenta de unas vidas aceleradas. Como explican sus comisarios, esta vocación anacrónica ponía de manifiesto la contradicción entre la herencia burguesa que inducía a seguir pensando la propia existencia como un relato coherente y un mundo posburgués que ha desmontado todos los escenarios de seguridad y continuidad y que obliga a adaptarse constantemente a sus sobresaltos.
Moneiba Lemes y Ramón Salas detallan que estos artistas, con sus autorretratos y los retratos de su círculo de amigos, anticiparon la moda del selfie y la costumbre antropológica de exponer, es decir, de traducir en imágenes, los hábitos vitales. Pero, frente a la habitual interpretación de la “estetización de la existencia” como un triunfo del gusto frente al criterio, lo que trataban de hacer llevando la representación de sus comportamientos cotidianos al plano pictórico era, al contrario, someter hasta las decisiones más nimias a ese espacio de reflexión, debate y creación de valor que es el arte. Estas micropolíticas de lo cotidiano tratan de darle profundidad histórica, es decir, de vincular con la génesis y crisis de los modelos de subjetividad burguesa, al hábito hoy mecanizado e irreflexivo de exponer en las redes la propia intimidad, es decir, de darle profundidad a la práctica de la “extimidad”.
Dos recorridos
Las salas en las que se exhibe este Cap. 3 plantean dos recorridos que se pueden seguir con el libro de sala. Hacia la derecha se puede ver la evolución histórica: desde el nacimiento de la Escuela de La Laguna (en un montaje que trata de rememorar los cuadros de gabinete que tanta influencia tuvieron en su formación), hasta su conversión en un espacio de relación (ejemplificado en El Apartamento), pasando por lo que se podría considerar la segunda generación (o promoción).
Hacia la izquierda se plantean las evoluciones de los temas principales: hacia la representación de la multitud como nuevo sujeto, hacia el interés por los objetos y las clasificaciones en la línea de los nuevos materialismos o del pensamiento decolonial, y hacia la evolución desde los iniciales signos de optimismo o, al menos, de esperanza, hacia unas visiones más siniestras conforme la sociedad líquida se iba llevando las vidas por el sumidero.
En la sala inicial hay una introducción a los temas centrales y recurrentes: la tabla rasa del nihilismo, la autorepresentación (en clave narrativa), la autodefinición de la subjetividad a partir de gestos mínimos y costumbristas, los espacios de tránsito y la construcción, en esos espacios del nihilismo, de un territorio propio.
La exposición se complementa con una serie de actividades paralelas, entre las que se encuentran una visita guiada con el alumnado de la Universidad de Mayores (27 de mayo), la presentación de ¿Qué fue El Apartamento? (6 de junio), la presentación de La Piscina Editorial, que incluye una serie de charlas bajo el título de Lo que vino después (12 de junio), así como una comida relacional Noodles y conversación con lxs alumnxs de Bellas Artes (13 de junio).
Artistas
La muestra presenta obras de Alby Álamo, Teresa Arozena, Raúl Artiles, Karina Beltrán, Mª Laura Benavente, Francisco Castro, Néstor Delgado, Lecuona y Hernández, Moneiba Lemes, Martín y Sicilia, Cristina Maya, Ubay Murillo, José Otero, Pérez y Requena, Fernando Robayna, Adassa Santana, Diego Vites y Juan José Valencia. Aunque, de un modo u otro, también participan otros ‘sujetos colectivos’ como El Apartamento, Keroxen, Academia crítica, Oficina para la Acción Urbana o Solar.
Estas creaciones proceden de las colecciones de TEA Tenerife Espacio de las Artes, del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, de la Fundación Mapfre Guanarteme, del Museo Municipal de Bellas Artes, del CAAM Centro Atlántico de Arte Moderno, de la Galería Artizar, de BIBLI, de la Galería ATC Agencia de Tránsitos Culturales así como de colecciones particulares y de las de los propios artistas.