La muestra, comisariada por María Bolaños, directora del Museo Nacional de Escultura, reúne esculturas y objetos artísticos de épocas, estilos y formatos variados. A través de este proyecto se propone responder a los interrogantes que puedan existir sobre el significado del museo y su colección, sobre sus posibilidades, sus enigmas, sus paradojas y sus metas. Su instalación escénica no sigue los tradicionales órdenes expositivos ni las jerarquías académicas, sino que permite al espectador observar las obras con una nueva mirada.
Como explica Bolaños, Almacén. El lugar de los invisibles se articula a través de principios fundados en el libre juego y en la imaginación formal: las posibilidades que ofreció la fabricación de esculturas en serie y la tendencia de la escultura a la multiplicación; contrapuntos basados en el dualismo entre dos impulsos contrarios, el suelo y el cielo, y los recursos empleados por el escultor para reflejar esta disociación espacial; reversos de obras que muestran su parte invisible y profana; parajes arquitectónicos poblados de marcos de pinturas, arquitecturas de retablos, columnas, capiteles, frisos, pilastras; agrupaciones corales, singularidades, fragmentos, series y variaciones.
Esta exposición, destaca la comisaria, «presenta las obras desnudamente, en su mera existencia física, contemporáneas todas entre sí. Son un ejemplo perfecto de convivencia. El efecto es una «Babilonia de imágenes» que deja ver el lado accidental de la colección, sus rarezas y bellezas, sus excesos y desvaríos. Nos revela el almacén en su condición de cerebro del museo, o mejor, de su inconsciente. En el curso de su paseo por las salas, el espectador irá hallando vistas imprevistas: seres que vuelan al cielo, parajes arquitectónicos, reversos de obras, agrupaciones corales, singularidades, series y variaciones. Así, sin las muletas de la erudición y en una vecindad inesperada, improbable, las esculturas hablan con nuevas voces. Dejemos que nuestra inteligencia simule no saber y disfrute del espectáculo de contemplar lo que el Arte nos regala desinteresadamente».