La restauración de estos tres títulos ha sido posible gracias al esfuerzo de múltiples organizaciones comprometidas con la preservación del legado cinematográfico: The Film Foundation, Fundación Televisa, Cineteca Nacional de México, Filmoteca de la UNAM, Cinémathèque Française, Centre Pompidou, Pathé y Maison de Champagne Piper-Heidsieck.
El impacto de La edad de oro permanece indeleble casi 90 años después de su tumultuoso estreno en París. Tan tumultuoso, de hecho, que la película fue prohibida en Francia y en Estados Unidos, una prohibición que se mantuvo hasta principios de los años 80. Hoy en día, la primera cinta surrealista es también una de las más importantes de la historia, apareciendo una y otra vez en las listas de las mejores películas, y es influencia reconocida de directores como Aki Kaurismäki, Jonathan Glazer o Guy Maddin.
Igual de fundamentales son Los olvidados y Nazarín, dos de los más importantes títulos de la fecunda producción mexicana de Buñuel. La primera, fusión única de neorrealismo y surrealismo, generó una fuerte polémica durante su estreno en México, con voces que llegaron a pedir incluso la expulsión del cineasta del país por la crudeza con que había retratado la miseria de los jóvenes protagonistas.
Las críticas, sin embargo, cesaron cuando Buñuel consiguió con la película el premio a mejor director en Cannes. Galardonada también en el festival francés, Nazarín es considerada por muchos la mejor película del cine mexicano. Esta adaptación de la novela de Benito Pérez Galdós supone un excelente ejemplo de la profundidad e intensidad con que Buñuel, ateo confeso, abordó la religión.