La muestra, realizada gracias a la Fundación ENAIRE, es el resultado de más de 10 años de trabajo de campo en el Glaciar de La Maladeta, en el Pirineo oscense. Durante este tiempo, el autor ha explorado, acompañado y convivido con el glaciar, que actualmente se encuentra en un estado de conservación delicado.
Junto a su equipo fotográfico y su tienda de alta montaña, que sirve al mismo tiempo como hábitat y cámara oscura, Vallhonrat ha permanecido y registrado año tras año este glaciar, “animal” malherido. Respeta su vulnerabilidad y lo retrata desde la proximidad más inmediata, hasta la visión a distancia sobrevolándolo con una avioneta.
La sombra incisa subraya la importancia de la lentitud y la experiencia de lo físico como modo de relación de orden afectivo y simbólico con el Glaciar de la Maladeta, que queda retratado con amor y respeto en la esperanza de atesorar un posible futuro para él.
Además, con esta exposición el autor nos enfrenta con la realidad y la problemática, cada día más evidente, de la progresiva desaparición de los reductos glaciares, espacios únicos en el mundo, por el gradual y continuo calentamiento global.