A través de 35 obras originales –como los dibujos de Max e Isa Feu para el histórico número especial sobre el golpe de Estado de 1981 o el original de Nazario para la cubierta del número 1–, de una amplia muestra de documentos y de una selección de cerca de 100 portadas, el público descubrirá la originalidad y la potencia de creadores como, entre otros, Roger, Marta Guerrero, Laura Pérez Vernetti, Mariscal, Gallardo, Pons, Martí, Carratalá, Montesol, Ceseepe, Calonge, Jaime Martín o Pamies que, con sus viñetas transgresoras y un lenguaje nuevo, se rebelaron contra el orden establecido y la estética convencional, creando un universo poblado de personajes marginales y subversivos.
La revista encarnó a la perfección el sincretismo cultural que se vivió en la ciudad condal al inicio de la democracia. Sus páginas acogieron a una parte de los autores que habían iniciado la cultura underground en los años setenta, un fenómeno cultural y artístico especialmente vinculado a Barcelona.