Un tema complejo, para muchos desconocido, pero sobre todo plagado de prejuicios y afirmaciones gratuitas tras las que se esconden el fruto de las malas decisiones, un entorno duro y cruel, la falta de opciones, unas condiciones de vida infames y experiencias traumáticas de todo tipo.

El texto comienza con datos que avivan los oídos, que hacen escuchar desde ese desconocimiento inmenso que nos condena y nos aleja de la vida de tantas personas que sufren. En este recital de información se menciona a España como epicentro europeo de la prostitución, sólo superada en el mundo por Tailandia y Costa Rica.

¿Más? El ‘negocio’ genera muchos beneficios, –cinco millones de euros al día–, que equivalen al 0,5% del PIB nacional al año. En nuestro país, más de 100.000 mujeres se prostituyen o son prostituidas. El 80% son extranjeras, menores de 35 años y, la mayoría, con menores a su cargo.

Sobre el escenario, tres colosas –Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste–, que ponen cotidianeidad, drama y profundidad al texto que combina la estadística con textos de Virginie Despentes o Amelia Tiganus, y testimonios reales de prostitutas con nombre propio (Ana María, Isabella, Lucía, Alexia, Alicia). Información recopilada en un trabajo arduo y exhaustivo de documentación desarrollado a lo largo de un año.

La escena, no obstante, y a pesar de contar con interpretaciones desmedidas, texto impactante y directo, y una escenografía que acompaña la historia, no es lapidaria con la prostitución ni clasista, ni siquiera cae en un discurso facilón o condescendiente. Por el contrario, logra encontrar un equilibrio casi incómodo que alterna encierro con escenas más humanas, comicidad del día a día en la esquina con las situaciones límite que llevaron a estas mujeres a un camino sin retorno.

“Sin preservativo no hay acto, sin acto no hay goce y sin goce no hay nada”, es así como Prostitución va hurgando a lo largo de las dos horas de representación en cada uno de nosotros para acercarnos a las decisiones desconocidas de seres humanos que no querían un cuento de hadas. Sólo vivir en paz.

Al final, el teatro estalla, y nosotros con él. Nos despegamos unánimemente de las butacas para aplaudir sin parar. Y ellas se van por donde llegaron porque, como bien dicen: “La vida sigue… ¿no?”.

Prostitución

Dirección: Andrés Lima
Dramaturgia y autoría: Albert Boronat y Andrés Lima
Intérpretes: Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste