Concebida desde una perspectiva social, con el objetivo de revelar y proporcionar un contexto para la reflexión y discusión sobre los cambios tecnoculturales ocurridos desde la década de 1980, la muestra comisariada por Francisco López presenta el trabajo de un gran número de artistas sonoros experimentales, la mayoría desconocidos para el público de arte contemporáneo.
De esta forma, su diseño y mobiliario invita a una escucha atenta y sin interferencias de creaciones como las concebidas por, entre otros, Anne Gillis, Barbara Ellison, James Webb, Juan Crek, Alva Noto, Víctor Nubla, Esplendor Geométrico o Ryoji Ikeda. 21 de estas piezas sonoras han sido realizadas expresamente para la ocasión.
“Audiosfera –explica su comisario– es una exposición sobre lo que he venido en denominar audio experimental social pre y posinternet. Es, esencialmente, una muestra sobre la socialización de la creación sonora experimental, cuyos ejes fundamentales son la escucha y la inmaterialidad, sin objetos ni imágenes y, hasta donde yo sé, la primera de estas características que se lleva a cabo en el mundo”.
Para el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, “lo que buscamos al situar la escucha en el centro es desbordar lo expositivo para crear un espacio de experiencia que, al tiempo que funciona como puerta de acceso al multiforme universo del audio experimental, permite al visitante establecer una interacción abierta y directa con los contenidos”.
La muestra se articula en torno a siete secciones que atienden a diferentes procesos sociales, tecnológicos, históricos y culturales, procesos que se han ido generando colectivamente y están ampliamente extendidos hoy en día, pero no han sido adecuadamente identificados, reconocidos o analizados artísticamente.
En el montaje ha sido imprescindible la aplicación de la tecnología más avanzada para maridar arte e innovación. Para ello se ha diseñado una aplicación móvil y gracias al despliegue de beacons (pequeños dispositivos de localización en interiores que utilizan tecnología bluetooth) y unos auriculares, que permiten la audición en alta fidelidad, los visitantes pueden sumergirse en las distintas secciones consiguiendo una interacción espacio-temporal.
Además, esta geolocalización permite adentrarse en una introducción explicativa y en los contenidos concretos de las salas (alrededor de 70 audios en cada una) de forma libre o a través de una visita guiada. Con la aplicación el usuario también puede solicitar la descarga del catálogo.
Audiosfera. Experimentación sonora 1980-2020 forma parte de un conjunto de exposiciones que ha organizado el Museo para explicitar las interconexiones entre arte y sonido en diferentes épocas del reciente devenir artístico: Disonata. Arte en sonido hasta 1980 y la instalación Niño de Elche. Auto Sacramental Invisible: Una representación sonora a partir de Val del Omar.
Pistas sonoras
La muestra no se presenta cronológicamente, sino que atiende a los cambios esenciales en este ámbito creativo, más allá del paso de lo analógico a lo digital. Recoge toda esta evolución y sumerge al visitante en una experiencia sensorial singular a través de una heterogénea recopilación de pistas sonoras distribuidas en siete espacios temáticos que el público puede escuchar de forma personalizada: genealogías, redes, megaaccesibilidad, ciborgización, estetogénica, recombinación y derechos.