Comisariada por Carmen Perrotta, el núcleo central de la muestra lo constituye una selección de la producción generada por el fotógrafo en el marco de Barcelona. Adolf Mas (Solsona, Lérida, 1860 o 1861 – Barcelona, 1936) plasmó los rápidos cambios que experimentaba la ciudad en imágenes que entrecruzan el registro documental y las líneas estéticas de las corrientes artísticas contemporáneas. Una Barcelona de contrastes, estratificada entre las barracas del extrarradio y las mansiones del ensanche, entre los lujosos cafés del centro destinados al disfrute de la burguesía y las chabolas erigidas por mendigos en la Barceloneta.
«Las fotografías de Mas -destaca Perrotta- retratan una Barcelona en plena transformación desde una perspectiva sociocultural, artística, política y urbanística. El relato gráfico que construye nos permite escrudiñar en una realidad que estaba mutando su piel de manera contundente. El conocimiento de su legado es fundamental para la correcta interpretación de ciertas dinámicas vinculadas con la ciudad de comienzos del siglo XX».
Claves de la muestra
El Archivo Mas. Creado por el fotógrafo en 1900 con el propósito de inventariar el repertorio iconográfico de Cataluña y, posteriormente, de toda España, constituye el más importante archivo de Europa sobre patrimonio español. Una obra monumental desarrollada a lo largo de más de treinta años en la que una idea vanguardista, surgida con fines comerciales, se materializó sin perder de vista la importancia de documentar y divulgar un patrimonio cultural compartido. Después de la guerra, el Archivo fue adquirido por Teresa Amatller y en la actualidad se conserva en el Institut Amatller d’Art Hispànic.
Els Quatre Gats. El 12 de junio de 1897 abrió sus puertas, en la planta baja de la Casa Martí, en la calle Montsió de Barcelona, Els Quatre Gats, obra de un joven Josep Puig i Cadafalch. Un café que nacía bajo el modelo de Le Chat Noir de París, tal y como pretendían sus fundadores: Ramon Casas, Pere Romeu, Santiago Rusiñol y Miquel Utrillo. Durante los seis años que estuvo abierto, el célebre café fue el punto de encuentro del modernismo catalán. Catalizador de ideas y tendencias del mundo artístico e intelectual, fue frecuentado por figuras como Antoni Gaudí, Isidre Nonell o Pablo Picasso. Adolf Mas documenta su interior a partir de 1900 y estrecha importantes vínculos con los artistas ligados al establecimiento, en particular con Casas, cuya amistad se prolongará a lo largo de los años.
Concurso Artístico de la Barcelona Antigua. En 1908, la construcción de la futura vía Layetana, prevista por la gran reforma urbanística del Pla Cerdà, conllevó la destrucción de un área de gran densidad de población del casco antiguo. El Ayuntamiento, en respuesta a una petición de la unión de artistas de Barcelona, convocó un concurso para documentar la memoria de aquel entramado destinado al derribo. La iniciativa tuvo mucho éxito y se llegaron a presentar 38 series, formadas por dibujos y fotografías. Adolf Mas fue uno de los autores más premiados. En sus imágenes, que recuerdan las fotografías que Eugène Atget realizó del viejo París, se aprecia la presencia de personas que humanizan las vistas arquitectónicas, en un claro intento de dignificar la historia de aquellos edificios, y de sus habitantes, frente a su inminente desaparición.
Fotografías del espectáculo. En su trabajo como retratista, Mas desarrolla una línea de producción específicamente vinculada con el espectáculo. Ejemplos de esta actividad son los reportajes realizados entre 1914 y 1915 a dos célebres personajes de la época: la bailarina Tórtola Valencia (1882 – 1955) y la soprano María Barrientos (1884 – 1946). La espectacularidad de las imágenes de estas series, en las que, sin duda, la ejecución técnica juega un papel fundamental, igual que el carisma propio de las artistas, queda resaltada gracias a un impactante cromatismo que remite al interés por lo exótico.
Adolf Mas. Los ojos de Barcelona se enmarca en la línea de programación que Fundación MAPFRE ha iniciado en Barcelona en colaboración con instituciones catalanas que albergan un rico patrimonio fotográfico. En esta ocasión, la muestra está organizada en colaboración con la Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic.
100.000 negativos
Nacido en Solsona, Adolf Mas se traslada a Barcelona poco antes de 1890. Deja así su ciudad natal y un trabajo de procurador por un futuro incierto en la Ciudad Condal, donde inicialmente se hace hueco en el sector textil. Unos años después frecuenta Els Quatre Gats, donde establece relación con intelectuales y artistas de la época.
Tras su formación como fotógrafo, en 1901 funda un primer establecimiento de venta de material fotográfico que se convertirá, unos años más tarde, en el Estudio de Fotografía A. Mas, antecesor del Archivo Mas, uno de los más importantes de nuestro país. Se consolida entonces como el fotógrafo de referencia de arquitectos como Josep Puig i Cadafalch, que lo contrata para fotografiar sus edificios a modo de inventario. También realiza una amplia serie de reportajes, entre los que destacan las imágenes de la Sagrada Familia.
Pionero del reporterismo gráfico en Cataluña a principios del siglo XX, sus retratos por encargo destinados a revistas ilustradas son un extraordinario testimonio de los círculos intelectuales de la época. A partir de 1910 su producción se centra en el registro del patrimonio artístico y monumental, en especial tras recibir el encargo en 1915 de conformar un repertorio iconográfico de España. Su labor se focaliza así en la administración de una potente estructura archivística destinada a la consulta pública que, en 1936, año de su muerte, contaba aproximadamente con 100.000 negativos.