Framis recurre de nuevo al concepto del buzón como hizo en otra de sus grandes obras, Cartas al cielo, que pasó por Central Park de Nueva York y ahora se exhibe como pieza permanente en Long Island (EE.UU.) y Utrecht (Holanda). «Estas cápsulas nacieron de mi experiencia con el mundo COVID», explica. «La pandemia nos ha dejado transitando momentos de incertidumbre que afectan a nuestra forma de ser. Y que se incrementan con este momento de guerra y caos que vivimos hoy. Hemos desarrollado más el miedo, las dudas, las pérdidas, la ira, la melancolía, la soledad, el estrés, las debilidades… Pero, por otro lado, estas experiencias nos han dado la oportunidad de adquirir más solidaridad, más humildad y aceptación del riesgo. Estas esculturas intelectuales funcionan también a nivel metafórico, me refiero a que cuando las personas las ven saben que tienen un espacio en el mundo, una cápsula donde pueden encontrar su momento de introspección, de tomar conciencia, de dejarse ir».
Además, la exposición también incluye la serie Los Insomníacos, 15 cuadros elaborados con la cinta fluorescente que se utiliza en los aviones para mostrar en la oscuridad el camino a los pasajeros. Las piezas giran en torno al tema del insomnio que sufren muchas personas a causa de la angustia por la pandemia o por el momento de incertidumbre mundial que vivimos.
La muestra se completa con Skins/Pieles, varias obras realizadas a partir de tiendas de campaña militares que constituyen un alegato contra la guerra de Ucrania. “Decidí usar este material cuando comenzó la guerra para acercarme con mi actividad diaria a la injusticia humana que se está cometiendo. El hecho de custodiar esta tela verde me ha ayudado a confiar cada día más en que la democracia y los derechos humanos volverán a imponerse. Y para mí el pintar la tela militar es realmente un acto de resistencia”.
Interacción creativa
Alicia Framis vive y trabaja en Ámsterdam (Países Bajos). Se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona y completó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de París, en el Institut d\’Hautes Etudes y en la Rijksakademie van Beeldende Kunsten de Ámsterdam. Estudió con el artista minimalista Daniel Buren y el conceptual Dan Graham y su trabajo se puede ubicar dentro de la estética relacional, la performance y la práctica social. Desarrolla plataformas para la interacción social creativa, a menudo a través de la colaboración interdisciplinar con otros artistas y especialistas en varios campos. Su trabajo está basado en proyectos y se enfoca en diferentes aspectos de la existencia humana dentro de la sociedad urbana contemporánea. A menudo parte de dilemas sociales reales para crear escenarios y soluciones novedosas.