Stefan Zweig (1881-1942) fue un viajero incesante y un ciudadano del mundo con una clara vocación pacifista. Los personajes y escenarios de su literatura llevan al lector a un viaje alrededor del globo. Por otra parte, su obra comprende también un viaje hacia atrás en el tiempo, al desaparecido imperio de los Habsburgo, al que consideraba un modelo global para la coexistencia pacífica de las naciones.
Como precursor de una Europa común, anhelaba una literatura que superara fronteras. En la exposición se evidencia su extraordinaria trascendencia y su polifacética obra, cuya actualidad perdura hasta nuestros días, siendo España uno de los países en los que más se lee a este autor cuyo mensaje para la posteridad incide en la utopía de un mundo pacífico.
Esta exposición se presentó en septiembre de 2022 en la Biblioteca Nacional de Austria, en Viena, y a continuación en la Biblioteca Municipal de Salzburgo. El Ministerio Federal de Asuntos Europeos e Internacionales de Austria transformó la muestra en una exposición itinerante y Madrid es la primera parada de este nuevo viaje.
El poder de las artes
«Me congratula que su primera escala sea Madrid», afirmó en su presentación Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, que glosó algunos ensayos de Zweig, como Momentos estelares de la humanidad, biografías como la de Fouché o novelas como Carta de una desconocida, y calificó su prosa como exquisita.
De la Cruz, asimismo, calificó a Zweig como una «figura fascinante, hija del esplendor para las ciencias y las artes que floreció bajo el Imperio austro-húngaro», y subrayó su defensa de la tolerancia que de forma tan vibrante desarrolló en Castellio contra Calvino.
En sus palabras, Helga Rabl-Stadler, consejera de Cultura del Ministro de Asuntos Exteriores de Austria, recordó que «durante 27 años tuve el honor de ser la presidenta del Festival de Salzburgo, que acoge cada año a alrededor de 230.000 visitantes de ochenta países. Este festival de música clásica es algo más que un conjunto de espectáculos de primera categoría. Surgió en 1920, tras el horror vivido durante la Primera Guerra Mundial, como uno de los primeros proyectos de paz. Sus fundadores, el escritor Hugo von Hofmannsthal, el director Max Reinhardt y el compositor Richard Strauss, estaban convencidos de que los pueblos enfrentados por la guerra solo podrían reconciliarse a través de las artes. Esta firme creencia en el poder del arte también queda reflejada en la obra de Zweig. Tal y como afirmó Reinhardt hace ya más de cien años, el arte y la cultura son un sustento básico y no un mero adorno para nuestro día a día. Los artistas y científicos pueden tender puentes en estos tiempos difíciles impregnados de crisis, guerras y sanciones. La Europa actual se encuentra inmersa en una lucha existencial por su alma. Creo que Stefan Zweig puede ayudarnos a encontrar el camino».
Rabl-Stadler también hizo suyas las palabras de Zweig: «Debemos enseñar a los jóvenes a odiar el odio, pues es infructuoso y destruye la alegría de la existencia y el sentido de la vida. Debemos educar a los demás, hoy y siempre, a ampliar el horizonte de sus pensamientos y emociones».
– De 8.30 a 21.00 h, de lunes a viernes.
– De 8.30 a 15.00 h, sábados y domingos.