‘Performar la naturaleza’. Carlos Bunga. © Museo Helga de Alvear/ Foto: Joaquín Cortés.

Partiendo de la investigación pictórica, Bunga ha desarrollado un lenguaje personal que deconstruye la disciplina de la pintura, hibridándola con elementos propios de la escultura, la arquitectura, la instalación, el video y la performance. Sus pinturas expandidas se deslizan por suelos y paredes, tensando los límites de la obra, repensando sus soportes y superficies, propagando los trabajos hacia otros lugares físicos y conceptuales y materializándose en construcciones instalativas que devienen espacios performativos.

Sus obras, marcadas por un enfoque poético de las formas, se traducen en pinturas geométricas y abstractas, realizadas con materiales cotidianos, como planchas de cartón o cinta adhesiva y, en ocasiones, introduciendo elementos naturales encontrados: ramas y hojas que se entrelazan y diluyen en sus composiciones, integrándose en un solo objeto matérico que, sutilmente, nos lleva a cuestionar nuestra propia posición en el mundo.

‘Performar la naturaleza’. Carlos Bunga. © Museo Helga de Alvear/ Foto: Joaquín Cortés.

En palabras de la comisaria y directora del Museo, Sandra Guimarães, esta muestra «pone por primera vez el foco en aspectos menos conocidos del trabajo de Bunga, en especial aquellos que reflexionan sobre las temporalidades de la naturaleza, sus refugios y sus cualidades vivas y orgánicas por medio de una selección de obras representativas, algunas de las cuales nunca han sido expuestas anteriormente».

Performar la naturaleza incluye, además de obras inéditas y de otras pertenecientes a la Colección Helga de Alvear, otras producidas ex profeso para la ocasión, entre las que destacan las instalaciones transitables Habitar el color y Desplazar el paisaje. Bunga entiende al espectador como un elemento más de la instalación: su experiencia integra la obra misma y la transforma.

En total se incluyen 92 obras que incluyen dibujo, pintura, fotografía, collage, vídeo, performance, escultura e instalación en un recorrido donde lo performativo, el cuerpo, el tiempo y la naturaleza se hibridan en múltiples y poéticos modos de ver.

Esta exposición ha sido coorganizada por el Museo Helga de Alvear y Bombas Gens Centre d´Art y cuenta con el apoyo de la Embajada de Portugal, del Instituto Camões, Instituto de Cultura Portugal, Sogrape y LAN.