Bächli ha creado para esta muestra una partitura para el espacio expositivo: una secuencia de grupos rítmicos de dibujos ubicados a diferentes alturas e intervalos que van sumando significado en su persistente acumulación. La artista trabaja insistentemente con medios modestos y limitantes: papel blanco de diferentes tamaños, cualidades y tonos sobre el que aplica tinta china, carboncillo, gouache o pastel. Su proceso es secuencial: dibuja en hojas de una pila, una tras otra, y va disponiendo constelaciones de obras en la pared de su estudio que son consecutivamente interrogadas, reorganizadas y rechazadas, hasta que descubre algo que le parece adecuado y sorprendente.
Esta exposición arroja luz tanto sobre la continuidad como sobre los cambios progresivos que se dan en su obra: desde sus fragmentos de cuerpos nerviosos en blanco y negro y sus figuras femeninas ensimismadas, hasta sus interpretaciones en naranja quemado de la estructura reticular o sus recientes superficies expansivas en color.
Para Bárbara Rodríguez Muñoz, comisaria de esta muestra y directora de Exposiciones y de la Colección del Centro Botín, «sus sencillas y sensuales propuestas visuales parten de su uso constante de la línea y la variabilidad de la pincelada como base expresiva, dando lugar a composiciones murales que parecen cobrar vida: respirar, moverse, descansar o gritar. Encarnan los exquisitos actos de cuidado y atención con los que se involucra con su entorno, elevando cada gesto pequeño y mundano. Ha sido un honor y una alegría acompañar a Silvia en el proceso de elaboración de esta exposición expansiva, pensar con ella sobre el ritmo de la muestra, las texturas, la melodía y la forma en que nuestros visitantes se sumergirán en esta ‘partitura’ que ha creado».
Esta muestra va acompañada de una publicación, en inglés y español, diseñada y coeditada por Manuel Raeder (Bom Dia Books), que incluye textos del poeta y crítico Quinn Latimer y el escritor Chris Fite-Wassilak. También cuenta con una conversación entre la artista y la comisaria.
Partitura refleja el compromiso de la Fundación Botín con la práctica del dibujo que, tras presentar la investigación académica y curatorial sobre Goya en la inauguración del Centro Botín, ha comenzado a acercarse a contextos contemporáneos con las muestras dedicadas a Manolo Millares, Julie Mehretu, Juan Muñoz y, ahora, Bächli.
Mirada exhaustiva
Esta muestra ofrece una mirada exhaustiva a la evolución de la práctica artística de Silvia Bächli que incluye, entre otras obras, una instalación mural realizada en colaboración con el artista visual suizo Eric Hattan y das (eso o esto en alemán), y su instalación para el Pabellón de Suiza en la Bienal de Venecia de 2009, inspirada por la poeta Inger Christensen. También se expone Farbfeld (Campo de color, 2022-2024), un nuevo conjunto de obras en papel que empezó a crear utilizando gouache, con la que crea superficies coloreadas que van de lo translúcido a lo opaco, explorando así la fluidez y la textura de la pintura.