Eduardo Millán. 'Plaza de la Asunción. Jerez de la Frontera'. 2019.

Eduardo Millán. ‘Plaza de la Asunción. Jerez de la Frontera’. 2019.

La muestra, comisariada por Juan Manuel Martín Robles, se articula en torno a veinte obras que dialogan y aproximan al espectador a la realidad a través de un ejercicio pictórico que se concentra en lo cercano, en lo cotidiano. En palabras del comisario, «una honesta introspección personal que se interpone ante los ojos, formas sensibles a modo de ventanas que nos dejan un arte sin tapujos, sin adornos. Millán nos lleva a condensar toda su atención en el mundo, sugerente y poético, del espacio de trabajo, de su taller concebido como lugar vivencial».

El realismo que reivindica está ligado al anhelo de reflejar, de intentar capturar la trascendente interioridad de las cosas mismas. El pintor invita a adentrarse en su particular «habitación verde» o, lo que es lo mismo, un decálogo del propio acto de pintar y de mostrarse a los demás con sinceridad.

Sus obras evocan visualmente lo complejo que es el ser humano y la vida, y, en cierta manera, propicia su aproximación para testimoniarlo conscientemente. Su arte constituye un acto creativo conformado por un relato autobiográfico. Da forma a su experiencia evocando sus intimidades mediante autorretratos, bodegones, naturalezas muertas y espacios de interiores.

Eduardo Millán. ‘Raúl en el estudio’. 2022.

Para Martín Robles, no hay fragmentación en su universo: «Es más, su discurso se inserta dentro de la multiplicidad para ‘mostrar el ser’ a través de una línea creativa que lo vincula directamente con la pintura de Antonio López».

Su estética se proyecta al descubierto y sin debilidad a través de sus desnudos, mostrando la existencia humana por medio de autorretratos de cuerpo entero o partes de él. En esta misma línea de investigación, el bodegón es explorado y desarrollado mediante frutas y verduras que, en un ejercicio de lo cotidiano, compra en una tienda cercana a su taller. La limpieza de su pincelada adquiere precisión en la dimensión del lienzo.

En cada composición, representa la calidez de los espacios interiores, de los espejos y ventanas, de la silueta, de los muebles. La figura humana, a su vez, mantiene la presencia del espacio como lugar habitado.

Con La habitación verde, concluye el comisario de la muestra, «Eduardo Millán presenta una sincera reflexión sobre el sentido de su obra. Constituye fiel reflejo de un artista de la vida contemporánea que atesora no una visión neutra sino vivencial. Millán, definitivamente, supone un inequívoco valor añadido a otro tipo de realismo».


Taller con Eduardo Millán. Del 8 al 10 de noviembre de 2024.

Eduardo Millán. 'Bodegón con mazorcas. Autorretrato'. 2023.

Eduardo Millán. ‘Bodegón con mazorcas. Autorretrato’. 2023.