A través de fotografías, planos, maquetas, cartas o dibujos, la muestra ofrece una panorámica de sus obras más destacadas, mostrando una amplia perspectiva de su legado arquitectónico.  Así, recorre cuatro décadas de trabajo –desde 1950 hasta 1990– a través de imágenes inéditas de sus proyectos más icónicos, como el Auditorio Nacional de Música o el Colegio Mayor Aquinas –con Rafael de La-Hoz–, ambos realizados en Madrid.

Además, su obra se pone en contexto con el rico panorama cultural, arquitectónico y artístico de su tiempo, con muchos de cuyos más destacados representantes colaboró estrechamente. De gran sensibilidad musical, su matrimonio con Isabel de Falla, sobrina de Manuel de Falla, terminó vinculándole aún más a esta disciplina, convirtiéndose seguramente en el arquitecto español que más espacios escénicos ha proyectado a lo largo de su carrera, interrumpida por su repentino fallecimiento en 1990 a los 65 años.

Una larga historia…

En palabras de su hija, la arquitecta y comisaria de la exposición, Ángela García de Paredes: «Este proyecto tiene una larga historia que comienza en 1990, cuando me encontré sin previo aviso con un estudio de arquitectura silenciado, con dos auditorios en construcción y tubos de planos y dibujos, cartas, fotografías y documentos que comencé a descubrir y a ordenar. La curiosidad por conocer el relato de las obras, las voces de los nombres que hablaban entre sí, fueron dando forma a un archivo y a la lectura de estos encuentros hoy, entendidos como un ideario vigente al margen de la vida de su arquitectura».

 

Premio Nacional de Arquitectura en 1956, García de Paredes jugó un importante papel en la renovación de ciertas formas y tipologías arquitectónicas durante la segunda mitad del siglo XX, combinando los lenguajes depurados de la modernidad internacional con la idiosincrasia y tradición constructiva española. Su comprensión de la arquitectura como una forma de hacer historia, de incorporar nuevos gestos a una trama ya existente, dio lugar a un hacer respetuoso y atento al entorno, en el que pueden reconocerse guiños del pasado reinterpretados con imaginación.

Entre los tipos de edificaciones que contribuyó a renovar sobresale la del centro religioso. El arquitecto supo atender tanto a su carácter místico como a su función social como lugar de reunión. Son muestra de esta síntesis entre funcionalidad y sensibilidad, entre otras, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Fuencisla, en el madrileño Poblado Dirigido de los Almendrales, o la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en Vitoria.

Música y arquitectura

Otra de sus líneas de trabajo consistió en explorar las relaciones entre música y arquitectura mediante proyectos constructivos como el Auditorio Nacional de Música, en Madrid, o el Auditorio Manuel de Falla, en Granada, y a través de su estrecha relación con la obra de Falla, al que llegó a considerar su «maestro de arquitectura».

Su interés por otros lenguajes artísticos, como el dibujo y la pintura, y por las arquitecturas efímeras, se materializó en propuestas como el diseño de la urna y del conjunto expositivo con los que se presentó el Guernica de Picasso a su llegada a España en el Casón del Buen Retiro de Madrid; o en la proyección, junto a Javier Carvajal, del Pabellón Español de la XI Trienal de Milán.

Esta muestra es fruto de la colaboración entre la Fundación ICO y el Museo Reina Sofía, que ha llevado a cabo –con la asistencia de Ángela y de Manuel García de Paredes– la catalogación del Archivo García de Paredes, donado por la familia a la institución en 2021.