En el espacio escénico hay dos sillas, una rama de árbol, unos trípodes de micrófono y unas linternas. Entran seis actores, tres hombres y tres mujeres, vestidos como para salir de copas. A partir de esto poco puede imaginarse de lo que allí sucederá. Pero bastará que la luz se apague y que alguno de los actores, iluminado por otro con una linterna, comience a actuar, para que el proceso de sus seres nos introduzca, capture y lleve por el derrotero de una noche intensa y descarriada.
Amar es una propuesta de actuación cruda y real, donde todos los procedimientos espaciales, lumínicos y sonoros son ejecutados de manera manual y visible a los ojos del espectador, sin que esto atente contra la ficción de la escena. Una lección de investigación teatral donde la música acompaña certeramente el trabajo de los actores y donde la iluminación (a base de linternas y pequeños focos) se convierte en un protagonista imprescindible.
En 2010, Amar se alzó con el Premio Florencio Sánchez al Mejor Director (Alejandro Catalán), otorgado por la Asociación de Críticos Teatrales de Uruguay; y con los Premios Teatro del Mundo (distinción que otorga el Área de Historia y Teoría Teatral del Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires) a la Mejor Iluminación y al Diseño Sonoro y Musicalización.
Esta obra se incluye en el XXXI Festival de Otoño a Primavera.