La muestra ofrece así un nuevo panorama de aquellos años que permite recuperar las redes intelectuales que construyeron la idea misma de una región con lazos culturales y proyectos políticos compartidos. Recupera también la figura de Mariátegui, su mirada plural y su visión radical y heterodoxa, que permanece hasta hoy como un referente central en la discusión cultural en América Latina.
La mayoría de las obras de esta gran muestra son contemporáneas a la publicación y abarcan diversos medios y formatos, desde pintura, dibujo, escultura y fotografía hasta piezas de arte popular y documentación. Entre otros artistas se incluyen obras de Ramón Alva de la Canal, Camilo Blas, Norah Borges, Martín Chambi, Julia Codesido, Elena Izcue, Carlos Mérida, César Moro, Emilio Pettoruti, Diego Rivera, José Sabogal, Tina Modotti y Alejandro Xul Solar.
Un nueva perspectiva
Organizada por el Blanton Museum of Art de la Universidad de Texas en Austin y el Museo de Arte de Lima, con la colaboración del Museo Reina Sofía y el apoyo de Promperú, la exposición explora algunas de las escenas y debates de vanguardia que marcaron el arte latinoamericano esencialmente en Argentina, México y Perú.
“De los artículos de Amauta emerge una nueva perspectiva sobre las vanguardias latinoamericanas en muchos sentidos distinta a la visión que ha prevalecido en los estudios literarios y de historia del arte”, afirma Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía.
“A diferencia de otras revistas de vanguardia, ésta no fue la expresión de un grupo ni buscó imponer un único programa estético o político, sino más bien convertirse en un medio de exploración de los movimientos que pudieran transformar la sociedad. ‘Crear un Perú nuevo dentro del mundo nuevo’ fue uno de sus objetivos declarados”, comenta Natalia Majluf, comisaria de la muestra.
Impacto internacional
Por lo mismo, no se limitó a los debates locales sino que emprendió un diálogo con movimientos americanos y europeos. Una gran red de agentes y corresponsales en América Latina y Europa contribuyó a nutrir a la revista –que tuvo una tirada de entre tres y cuatro mil ejemplares– y a definir su impacto internacional. Esa perspectiva amplia es la que hace posible que una exposición en principio limitada a una revista pueda convertirse en una verdadera radiografía de las vanguardias en América Latina.
“El proyecto cuestiona –concluye Beverly Adams, cocomisaria– las oposiciones binarias entre nacionalismo e internacionalismo, localismo y cosmopolitismo, criollismo e indigenismo, o tradición y modernidad, que han organizado hasta ahora la discusión sobre el período. La revista refleja una realidad menos dogmática y polarizada. La exposición no sólo recupera el indigenismo para el campo de la vanguardia, sino que, de forma más amplia, aplica la mirada plural de Amauta para repensar el arte de América Latina de este período”.
Con más de 250 obras, esta muestra, que cuenta con la colaboración del Archivo de José Carlos Mariátegui, no sólo reúne obras que fueron reproducidas en Amauta, sino que comprende una selección más amplia, inspirada en los debates que se dieron en las páginas de la publicación.