Images Cities es un exhaustivo trabajo desplegado en diversas localizaciones en torno a la integración de la fotografía y de la imagen en el entorno urbano. Samoylova renueva la visión y el lenguaje de la fotografía documental en un proceso de trabajo que considera artesanal: las imágenes se superponen unas a otras creando collages en los que la figura humana está casi siempre ausente y, si aparece, lo hace a una escala mínima frente a la grandeza de los edificios y los anuncios publicitarios. Sus imágenes expresan las ambivalencias y contradicciones del paisaje urbano actual: mientras las ciudades tratan de promover su individualidad, sus espacios avanzan hacia un escenario genérico en el que la configuración específica de cada urbe pierde su singularidad en una arquitectura anónima de acero y vidrio.
El recorrido expositivo se despliega a lo largo de 46 imágenes que conforman el grueso de Image cities, un corpus que adquiere su sentido en cuanto a serie pues es esta serialidad la que hace que la ciudad, su individualidad, desaparezca. Los hombres y mujeres que se adivinan en algunas de estas urbes pasean indiferentes por sus calles, casi siempre ensimismados, frente a los grandes edificios, las lonas y las vallas publicitarias dedicadas a nuevas promociones de lujo, perfumes de moda o de belleza. Siempre de colores vivos y contornos nítidos, juegos de reflejos o composiciones en sucesiones de planos, en las imágenes de Samoylova destaca la monumentalidad de los edificios o rascacielos frente a cualquier otro motivo que aparezca en la imagen.
El último grupo de la muestra está dedicado a la mujer en la ciudad. La figura femenina es el centro de la sociedad de consumo, objeto y sujeto de una publicidad que vincula la existencia al lujo y al glamur, y que tiene poco que ver con los problemas y las preocupaciones cotidianas de la gran mayoría de los ciudadanos.
No hay que olvidar que en la obra de Samoylova resuenan los ecos de la fotografía de tradición documental abordada por figuras como Eugène Atget a comienzos del siglo XX, pero también por mujeres como Berenice Abbot o Lisette Model. Los juegos de reflejos y espejos, las composiciones cortadas no pueden sino recordar a la obra de Lee Friedlander, uno de los artistas más venerados por Samoylova y uno de los que renovaron el campo de dicha tradición junto con Diane Arbus o Garry Winogrand a finales de los años sesenta del siglo pasado.
KBr Photo Award [1]
Este premio, impulsado por Fundación MAPFRE, nace en 2021 como una ambiciosa iniciativa que busca apoyar e impulsar propuestas de fotógrafos actuales que se vinculen de alguna manera con la fotografía documental. Esta tradición es, desde el año 2007, uno de los ejes principales de la programación de exposiciones de fotografía de la Fundación y de su colección, que alberga fondos de Walker Evans, Lee Friedlander o Lissete Model, entre otros.
Siguiendo la estela de esta tradición, el trabajo de Anastasia Samoylova aporta un lenguaje y una visión renovada dentro de esta práctica documental, incorporando vibrantes imágenes de paisajes urbanos en un mundo ambivalente y contradictorio que en la actualidad vive una época marcada por importantes crisis, no solo de carácter económico, también climática e incluso sociocultural.