El visitante se encontrará con unas imágenes que van más allá del sentido tradicional de la fotografía, ya que (tanto las auténticas semejanzas como las construcciones ficticias) sugieren unidad de tema, tiempo y lugar. Las fotografías de Stuth son de gran formato, un conjunto de bosques y ríos de origen diverso con los que crea su propio mundo.
Animada por discursos sobre arte y reportaje de la fotografía documental, la artista delimita un camino que trasciende la dimensión convencional y redefine el espacio fotográfico. Si se observan de cerca se puede ver una ‘sola’ fotografía: una composición uniforme en la que espacios y perspectivas adicionales se abren de forma natural.
El espectador se sumerge así en una diversidad amplia de imágenes y mundos. En constelaciones que nunca se hubiera planteado de esta manera y con las que no se había encontrado hasta entonces. Interconexiones y dicotomías, tal vez reminiscencias de los sueños, forman una alianza desconcertante de ciclos asociativos.