La exposición que prepara el Museo Reina Sofía para noviembre presenta la evolución de su trabajo desde los dibujos iniciales marcados por la sobriedad lineal y antipictórica hasta aquellos en los que el color cobra protagonismo a finales de los noventa.
El color de las primeras experiencias sirve de relleno para la línea, pero pronto la artista empieza a diferenciar trazo y mancha para dar paso tanto a la policromía como al plano monocromo con los que amplía el repertorio temático, abordando la fábula en La bella y la bestia (2009) para regresar al cuerpo y al espacio en sus gouaches más recientes.
En 1996, Schneider produce una serie dedicada al desalojo de los “sin papeles” de Saint-Bernard que marca una ruptura con el universo íntimo que hasta esa fecha había poblado su obra. La muestra incluirá esta importante serie, que pudo verse en la Documenta X de Kassel (1997), así como las cuatro películas que ha realizado hasta el momento y que, de alguna manera, trasladan el dibujo y la gráfica a la pantalla, haciendo uso de la imagen en movimiento como herramienta de reproducción del mundo y del montaje como medio para registrar los movimientos de los seres y cosas que forman parte de la realidad.
El trabajo de Anne-Marie Schneider está presente en las colecciones francesas del Musée d’Art moderne de la Ville, Centre Pompidou y Fonds national d’art contemporain de París; FRAC Haute de Rouen; FRAC Picardie de Amiens, y FRAC Provence Alpes Côte d’Azur de Marsella, como también en el Musée des Arts Contemporains – Site du Grand-Hornu de Boussu (Bélgica); Museum Overholland en Ámsterdam y Museum Het Domein en Sittard (Holanda), y Yale University Art Gallery de New Haven (Estados Unidos). En el año 2010 fue nominada al Prix Marcel Duchamp de l’Association pour la Difusion Internationale de l’Art français (ADIAF).