El artista Fran Meana crea lo que se podría entender como ruinas-molde. María Jesús González y Patricia Gómez presentan vestigios creados a través de la destrucción. Alejandría Cinque trabaja a través del posicionamiento con la estatua. Avelino Salas, por su parte, colecciona objetos que no son artefactos pasivos sino más bien meteoritos a la contra. Finalmente, Diego Delas y Nicolás Lamas adelantan la ruina a través de un desastre que acontecerá pero que, a su vez, ya ha acontecido.
Durante el proceso creativo también se analiza el método destructivo como modo de construcción y el estudio arqueológico para investigar no sobre el pasado, sino sobre el presente y el futuro, y así cuestionar y plantear una duda sobre la historia del arte y la memoria.