Hans Ulrich Obrist, su comisario, destaca que ambos “comparten minuciosas observaciones de sus respectivas épocas. Tanto en la obra de Goya como en la de Armitage hay un interés particular en lo que se refiere al individuo en el contexto sociopolítico”. Las referencias directas e indirectas a Goya son constantes en la obra del artista keniata: “Goya cambió la forma de dibujar de Armitage, la comprensión de que se puede hacer algo que aparentemente es rápido, pero en realidad se construye lentamente. Goya siempre está presente en su trabajo”.
“Había oído hablar sobre Goya y sus Pinturas negras –explica el propio artista–, y tuve la imagen de una especie de puerta negra minimalista. Pero cuando entré en la sala permanente del Prado donde está Átropos (1819 – 1823) y todas las demás Pinturas negras me dije: ‘¡Esto es otra cosa!’. En ese viaje a Madrid no vi nada más que el Prado. Ese fue mi primer encuentro con Goya”.
Como señala Obrist, el análisis del comportamiento de las masas, muy presente en las pinturas de Goya, se extiende también al trabajo de Armitage. “Supongo –explica el artista– que una multitud sin dirección está buscando problemas. Algo que está unificado es increíblemente poderoso y anula de alguna forma las personalidades de los individuos que ahí se encuentran”.
Las obras se acompañan de dos proyecciones: Xala, una de las películas favoritas de Armitage, obra del fallecido director y activista político senegalés Ousmane Sembène, y el documental Sembène: The Making of African Cinema, del escritor y cineasta Manthia Diawara. Ambos filmes abordan la situación política y social que refleja Sembène en su filmografía, alineándose a la perfección con la reflexión político-social que tanto Goya como Armitage plantean en sus obras.
– Encuentro a tres voces. El 23 de febrero, el salón de actos de la Real Academia acogerá un encuentro en el que intervendrán Armitage, Obrist y Diawara. Además, y con motivo de la exposición, la FSRRM publicará un volumen editado por Obrist dedicado al trabajo de Armitage.