Comisariada por Danielle Tilkin, la muestra sumerge al visitante en el complejo mundo del cosmos a través de una reflexión sobre los viajes espaciales, lo astral, lo cósmico, lo científico y lo ufológico; todos ellos temas presentes en el arte del siglo XX que, a menudo, han significado una fuente fundamental de inspiración, reflexión y provocación en el arte contemporáneo.
Desde hace miles de años el ser humano se hace las mismas preguntas: el enigma de si está solo o no en el universo ha fascinado a algunos, estremecido a otros y entusiasmado a la mayoría. A partir de los años 50, en plena agitación entre lo utópico y lo científico, el espacio se convertía para algunos en una metáfora de la huida y el anhelo de libertad y, para otros, en una búsqueda de todo lo que aún está por revelar y explicar.
La fascinación por el espacio exterior y el cosmos de algunos integrantes de las corrientes del arte cinético, cibernético y el grupo Zero en Europa es el punto de partida del itinerario propuesto, con vídeos de Nicolas Schoëffer, Gyula Kosice y obras de Paul van Hoeydonck, quien con su pequeña escultura The Fallen Astronaut (El astronauta caído) se convirtió en el primer artista en conseguir una exposición individual en la Luna en 1971.
Debates y controversias
Inspirándose libremente en el mundo científico, artistas, escritores y cineastas de la época comenzaban a traspasar los límites de la cognición, llegando incluso a anticiparse a conceptos que luego serían debatidos por los investigadores, demostrando que el arte puede llevarnos a lugares en los que aún no hemos estado a través de su percepción. Los cómics, las películas de ciencia ficción y las series de televisión han introducido el viaje espacial y la investigación cósmica en la cultura popular, desatando la curiosidad y suscitando diferentes debates y controversias.
Esta connivencia entre la ciencia y la imaginación en la que la tecnología se da la mano con la ficción es lo que mejor define el concepto de Arstronomía. Pese a no ser un estudio exhaustivo, esta exposición reúne a artistas internacionales de distintas generaciones que, desde la década de 1950, han reflexionado, observado, investigado o interpretado innumerables fenómenos en torno a lo astral, lo cósmico o lo científico para producir, con la libertad de toda creación artística, obras en las que la imaginación, la fantasía y la creatividad incursionan en el espacio, la política, la ciencia y la tecnología.
En la muestra se incluyen obras de Alfonso Borragán, Pamela Breda, Michael Buthe, Robert Dimatteo, Evru, Laurent Grasso, Keith Haring, Susan Hiller, Mike Kelley,Yves Klein, Július Koller, Gyula Kosice, Paul Laffoley, Robert Llimós, Isamu Noguchi ,Tony Oursler, Joan Rabascall, Rotraut, Marc Tansey, Paul van Hoeydonck, Angelo Vermeulen y Michael Zansky, entre otros.
Una de las novedades del proyecto es la creación de un catálogo digital, que, además del texto de la comisaria, incluye aportaciones de destacados especialistas, como Chris Aubeck, fundador del colectivo de investigación histórica Magonia Exchange, y el pensador y escritor ruso Boris Groys. Se puede descargar gratuitamente desde la página web de La Casa Encendida [1].