Orden inconcluso traza varias líneas conceptuales entre diferentes etapas en la obra de Garaicoa a través de una serie de fotografías, instalaciones, intervenciones y objetos, en los que el artista pone el foco sobre las distintas realidades, económicas y políticas de dos de los países en los que ha vivido, Cuba y España.

Por un lado se muestran sus años de desarrollo artístico en un país como Cuba, lleno de contradicciones, entre los movimientos sociales y los valores utópicos que han sesgado parte de las esperanzas del sistema; y por otro, su confrontación en una ciudad como Madrid, reflejo de las sociedades tardo-capitalistas y del deseo de un bienestar social. Ambas ciudades aparecen como un telón de fondo donde se dan, a modo de teatro, acciones entre manifestaciones, pintadas en muros, palabras y actos que reivindican el sentir ciudadano.

Sentir ciudadano

El recorrido expositivo comienza con una obra titulada ¿Es el cuerpo humano igual al cuerpo social? (2002), donde se introduce la relación entre el cuerpo y la arquitectura, una idea que también aparece en otras maquetas incluidas en la exposición, como Edificio Público como Ágora Griega (2002) y Campus o la Babel del Conocimiento (2002-2004).

Dos réplicas de oro macizo en miniatura reproducen el Bundesbank alemán que se contrapone al Banco de España, bajo la vigilancia que impone un guardia omnipresente a la entrada de este espacio.

Algo alejadas de este poder, pero con el mismo valor del preciado mineral, ocho placas doradas cuelgan de la pared a modo de mandamientos donde se leen y escenifican las frases, posturas y sucesos del sentir ciudadano ante el orden.

En los ocho grandes dípticos de las Cerámicas porno-indignadas (2012-14), el artista intenta subvertir la publicidad de principios del siglo XX de azulejos pintados en farmacias, mercerías, ferreterías y almacenes de otra época, y los devuelve con la realidad del sentir actual de la ciudad, entre la protesta, la ironía y casi el chiste social y político.

Finalmente se adentra en una calle de la ciudad a través de sus alcantarillas, y hace que la ciudad hable y se revele desde el subsuelo.