La artista, que vive y trabaja en Syracusa (Nueva York), comenzó su andadura en 1974 estudiando Fotografía y Diseño en el City College de San Francisco. Un año más tarde viajó a Europa y a su vuelta en 1978 se incorporó como ayudante en el estudio de Anthony Barboza. Es entonces cuando empieza a investigar en profundidad sobre artistas negros, desarrollando un especial interés por la obra de Roy DeCarava. Entre 1984 y 1987 estudió folclore en la Universidad de California y, después, entre 1993 y 1994 vivió en París, donde recibió su primer encargo importante por parte de Weston Naef y el Getty Museum. Hoy es una de las artistas en activo más conocidas del panorama estadounidense gracias a un complejo corpus de trabajo que incluye, entre muchas otras disciplinas, fotografía, texto, audiovisuales, imágenes digitales, performance, instalaciones y vídeo.
Esta gran exposición, comisariada por Elvira Dyangani Ose, revisa cronológicamente toda su obra y pretende subrayar la forma en que la artista aborda la fotografía, como una adelantada a su tiempo y proyectando siempre sus imágenes hacia el futuro con un incansable sentimiento de esperanza.
Desde su primera serie, Family Pictures & Stories (1978 – 84), y a lo largo de sus más de treinta años de producción, las cuestiones en torno al poder, la raza, la violencia, el género, la política y la identidad han estado siempre presentes en su obra, que ha abordado desde lo narrativo, más que desde lo documental, en múltiples soportes y lenguajes. En muchos de sus trabajos se presenta como una nueva narradora de la historia, a veces de forma literal, pues se fotografía a sí misma en las escenas, de espaldas, como un personaje anónimo. Una mujer, un cuerpo negro presente/ausente en una actitud performativa que le ha acompañado a lo largo de toda trayectoria.
Lucha y esperanza
Carrie Mae Weems se ha dedicado a reformular la identidad de la comunidad afroamericana y la de las mujeres, a explorar los mecanismos que se esconden tras el poder, quién lo ejerce y sobre quién se ejerce, así como a cuestionar las narrativas institucionales en torno a la historia. Sus obras, aunque se centran en la fotografía, exceden los límites del medio y abordan desde la performance hasta el vídeo o la instalación y están transitadas por un sentido de lucha contra la injusticia y la violencia con la esperanza de poder hacer de éste un mundo mejor.