El Museu Picasso de Barcelona [1] presenta hasta el 1 de abril Cerámicas de Picasso. Un regalo de Jacqueline a Barcelona, una exposición que enlaza con la voluntad de vincular su programa expositivo con el estudio de la colección y que, al tiempo, rinde homenaje a Jacqueline Picasso en el 30 aniversario de esta donación y abre las puertas a la celebración, el próximo 9 de marzo de 2013, del 50 aniversario del Museu.
La exposición conmemora el trigésimo aniversario de la donación de Jacqueline Picasso de 41 obras a Barcelona. El hecho de que eligiera donar cerámicas es destacable, pues la alfarería tuvo un lugar muy destacado en su relación con Picasso durante las dos décadas que convivieron juntos.
La muestra reúne un total de 57 piezas –44 cerámicas, un óleo y 12 fotografías– y se acompaña de una selección de obra gráfica, 33 litografías y linóleos de la colección del Museu que tienen Jacqueline Picasso como motivo central. Esta propuesta, paralela a la muestra, se puede visitar con la entrada a la exposición.
La presentación excepcional –es la primera vez en casi dos décadas que se mostrará todo este conjunto de piezas– se acompaña de documentación y préstamos procedentes de colecciones particulares.
Hasta la muerte
Jacqueline Roque y Picasso se conocieron en 1952, cuando ella empezó a trabajar en la tienda del taller de cerámica Madoura de Vallauris. Vivieron juntos hasta la muerte de Picasso, de quien ella fue musa, además de esposa y compañera. Esas obras reflejaban la preferencia de Picasso por las formas y técnicas de decoración populares, con las que experimentó para transformar objetos corrientes en arte. Cuando en 1982 Jacqueline ofreció en préstamo 41 obras únicas de su colección particular para una gran exposición de cerámicas de Picasso organizada en Barcelona, sorprendió a todos los asistentes a la inauguración con la noticia de que pensaba donar esas obras a la ciudad: «Estas cerámicas que hasta ahora eran mías, son tuyas, en recuerdo de ese viejo matrimonio de amor que había sido Pablo Picasso y Barcelona», afirmaría Jacqueline.
En 1947, Picasso empezó a frecuentar en el taller de cerámica Madoura por invitación de sus propietarios, Suzanne y Georges Ramié. Le gustaba en especial el reto de trabajar con objetos tridimensionales: un plato, pintado y grabado, podía convertirse en una cabeza; un grupo de mujeres o de bailarinas podía rodear interminablemente el cuerpo de una jarra; el interior cóncavo de un cuenco podía crear una ilusión de volumen en la criatura pintada en ella.
Arrebato de creatividad
Algunas de las obras evocan la tradición de la alfarería clásica, y Picasso pintó toda una serie de ollas –tres de las cuales están incluidas en la donación– con su versión personal de las pinturas de las jarras griegas. Son obras realizadas en un arrebato de creatividad que solo duró unos días.
La imagen del búho también hace referencia a la cerámica clásica: Picasso era capaz de convertir el asa de una olla en un búho; o usar el centro prominente de un plato redondo para crear el cuerpo del animal alado; o transformar un jarrón en el ave entera.
En su última época, Picasso tuvo muy en mente el arte español, tal como puede verse en su elección de formatos tradicionales –los platos españoles– y la imaginería de las corridas de toros.
Entre las obras más tardías de la donación hay una impresionante serie de empreintes originales, un método que Picasso creó con ayuda del hijo de Georges Ramié, Jean, para producir –impresiones cerámicas (como copias originales hechas por presión) a partir de un molde de yeso esculpido por el artista. Picasso transformó esos platos en unas cabezas que, con su expresión de angustia y su superficie mellada, ofrecen un reflejo del artista en su vejez.
Estudio en profundidad
Esta muestra ha permitido a los comisarios –los expertos internacionales Marilyn McCully y Michael Raeburn– realizar un estudio en profundidad de la colección de cerámicas del Museu que ha tenido como resultado la publicación del catálogo razonado, que incluye un texto sobre la donación, de Margarida Cortadella, responsable de la biblioteca del Museu.
Esta presentación abre las puertas a la celebración, el próximo 9 de marzo de 2013, del 50 aniversario del Museu: una de las tres muestras documentales que formaran parte de la programación especial que se está elaborando estará dedicada al origen de la colecció.