Las obras de esta muestra, producida por la Secretaría de Estado de Cultura y enmarcada en la sección de sedes invitadas de PHotoEspaña 2014, son un desarrollo de los conceptos y técnicas en las que Madoz viene trabajando desde los primeros años ochenta y representan una interesante colección de ideas.
Analizando el azaroso mapa de señales que emiten las cosas desde el lugar que ocupan en el mundo, Madoz individualiza y desordena, confronta y manipula, hasta conseguir mostrar un nuevo orden, una cara oculta del sentido, una nueva verdad simbólica que resalta, por impacto, el desorden de la lógica.
Emitiendo señales
Las cosas, los objetos, situados en un nuevo lugar, están ante la cámara emitiendo señales diferentes. Convertidos en signos están ahora literalmente hablando. O mejor, son imágenes que están literariamente hablando. Porque partiendo de la estética de la semejanza y la vecindad de referentes, Madoz desplaza el sentido natural de los conceptos a otras comprensiones, explotando al máximo sus capacidades simbólicas, y resolviendo su discurso con figuras y tropos de honda relación con el lenguaje: analogías, metáforas, paradojas o metonimias visuales, que ofrecen al espectador un juego de percepción poética y le exigen una colaboración activa.
Como explica el comisario de esta muestra, Borja Casani, «esta colección de fotografías propone, por tanto, un juego de percepción. Las imágenes hablan, proponen un paseo por el entendimiento. Pero no se trata aquí de descubrir la solución de un jeroglífico. El enigma está resuelto. Era antes de que el artista descubriera su resolución plástica donde se encontraba en potencia el insondable sentido de las cosas que, silenciosas y quietas en el lugar que les adjudicamos, se pasan todo el tiempo hablando».
Fuerza y originalidad
José Mª Rodríguez Madoz nació en Madrid en 1958. Cursó la carrera de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid al tiempo que estudiaba fotografía en el Centro de Enseñanza de la Imagen. En 1985 consigue su primera exposición individual y, con el paso de los años, su proyección se hace cada vez más internacional, exponiendo en diferentes galerías y museos europeos y americanos. En España es, además, uno de los fotógrafos más conocidos y, dada la fuerza y originalidad de su trabajo, es frecuente ver sus obras en portadas de libros y revistas de disciplinas muy diversas.
Aunque en algunas de sus primeras obras aparecían seres humanos, desde la década de los noventa ha centrado su trabajo en la fotografía de objetos a los que modifica o acentúa alguna cualidad convirtiendo sus obras en auténticos poemas visuales. Madoz se considera un escultor de objetos que trabaja desde el punto de vista de un fotógrafo y utiliza la fotografía como registro de la memoria.