Cisneros constituye una de las personalidades más notables de la España de los Reyes Católicos. Confesor de la reina Isabel I de Castilla, provincial de su Orden Franciscana, arzobispo de Toledo y primado de las Españas, canciller mayor, cardenal e inquisidor general y regente de la Corona de Castilla en dos ocasiones, desplegó a lo largo de su vida una incesante labor en su triple condición de religioso, estadista y mecenas de la cultura.
Íntimamente vinculado a la realización de importantes empresas de alcance nacional que concluyeron en la formación de un Estado moderno, la exposición comisariada por Dolores Cabañas, catedrática de Historia Medieval de la UAH, muestra los principales hitos de su vida: su ingreso en la orden Franciscana, su papel como príncipe de la Iglesia tras su nombramiento como arzobispo de Toledo por parte de la reina Isabel, su protagonismo en el diseño de la nueva Monarquía Católica, que incluía la reforma de la Iglesia, su papel como hombre de Estado y regente de Castilla en dos ocasiones, y su labor como mecenas de la cultura y fundador de la Universidad de Alcalá.
Esta exposición, que cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid, la Diputación Provincial de Guadalajara y el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, forma parte del coloquio [1] Cisneros a debate: entre tradición y modernidad, con el que la Universidad de Alcalá rinde homenaje a su fundador en el quinto centenario de su fallecimiento.