‘Cómicos de la lengua’, clásicos sobre las tablas

Cómicos de la lengua nace, según José Luis Gómez, de su perplejidad al ser elegido académico de la RAE ^[1] y como oportunidad para dar testimonio de la evolución de la lengua española a través de clásicos imperecederos. Para ello era consciente de que no podía limitarse a ofrecer una mera lectura en voz alta, sino que debía insuflarle vitalidad, espíritu, carácter. De este modo decidió rodearse de un envidiable plantel de actores para presentar una serie de «lecturas en vida».

Las páginas de clásicos de nuestra literatura adquieren una dimensión que trasciende la letra escrita gracias a la voz y la acción de los 12 intérpretes que colaboran en esta iniciativa. Además del propio Gómez, participan Blanca Portillo, José Sacristán, Carmen Machi, Julia Gutiérrez Caba, Carlos Hipólito, Pedro Casablanc, Ernesto Arias, Emilio Gutiérrez Caba, Helio Pedregal, Beatriz Argüello e Israel Elejalde. Estos cómicos están acompañados por académicos que introducen los textos y alternan sus comentarios con la representación mientras esta se sucede, concretando y afinando sus aportaciones a medida que se desarrolla.

En la selección se incluyen textos no dramáticos en los que, no obstante, suele haber un narrador que se desdobla en personaje. La función del intérprete en este caso es la de ir citando a los personajes y, si bien no realiza una inmersión total en los personajes (como ocurre en el teatro), sí que existe una encarnación.

Memoria y emotividad

A la hora de realizar las «lecturas en vida» se ha respetado la fonética original de sus textos, decisión que, según afirma Carlos Hipólito, ha requerido un esmero en la dicción que ha funcionado muy bien en los primeros ensayos con público. Asesorados por el maestro de palabra Vicente Fuentes, los intérpretes han buscado el ritmo, la musicalidad de cada texto para rescatar la memoria y emotividad de la que da fe este viaje crucial para quien se embarca en él, ya que, como opina Fuentes, «leer un poema puede transformar a la persona».

Los atractivos con los que cuenta Cómicos de la lengua han dado sus frutos antes siquiera de estrenarse. Las entradas se están vendiendo a un ritmo increíble, lo que no deja de ser una feliz celebración del tercer centenario de la Real Academia Española, cuyo trabajo sigue incansablemente hacia delante con la próxima publicación de la 23ª edición de su diccionario, que irá acompañada de una reflexión sobre el futuro de los diccionarios en la era digital.