La muestra, comisariada por Bárbara García y Alberto Gil, incluye una amplia representación de pinturas, esculturas, dibujos, grabados y fotografías de signo realista y figurativo que se realizaron en nuestro país en los años veinte y treinta, un período cronológicamente breve pero creativamente muy intenso.
Como explican sus comisarios, «en España empezamos nuestra propia vanguardia haciendo un arte realista. Puede parecer paradójico pero, cuando los artistas españoles –que habían recibido tardíamente y de segunda mano las primeras vanguardias internacionales– emprenden su camino de renovación del arte decimonónico desde una nueva figuración, este realismo no tiene ya nada que ver con el tradicional. En sus obras todo adquiere una apariencia inquietante, de formas excesivamente nítidas, fruto de una nueva mirada nacida de un tiempo que para el arte era ya totalmente diferente».
Para García y Gil, esas nuevas figuraciones «son el epítome de un momento histórico y artístico crucial, protagonizado por una generación atrapada en el intervalo de dos guerras mundiales, o entre las llamadas primeras vanguardias y el informalismo. No se trata de un realismo en sentido académico, ya que persigue la representación clara, esencial e inteligible del mundo moderno, y no tanto la copia naturalista. Mientras que en otros países la vuelta a la forma del período de entreguerras ha sido interpretada como un movimiento de repliegue o de reacción, en España, al no enraizar las primeras vanguardias, estas figuraciones significan un capítulo inaugural en la renovación plástica contemporánea. Podemos afirmar que en el medio artístico español no hubo nada tan moderno y transgresor hasta entonces como estos nuevos realismos».
Las 86 obras de la exposición están agrupadas en géneros tradicionales como espacios (paisajes, escenas en interiores), sujetos (retratos y desnudos) y objetos (naturalezas muertas), y evidencian un deseo común de renovación formal que fluctúa entre la recepción de las vanguardias internacionales, como el cubismo y el surrealismo, y una apuesta por una nueva figuración, dando lugar a un realismo moderno muy heterogéneo en el que se reflejan el Novecento italiano y la Nueva Objetividad alemana, y que tendrá una personalidad propia en cada artista.
Aurelio Arteta, Francisco Bores, Salvador Dalí, Ángeles Santos, Ángel Ferrant, Pablo Gargallo, Maruja Mallo, Joan Miró, Benjamín Palencia, Pablo Picasso, Alfonso Ponce de León, Daniel Vázquez Díaz, entre otros, aparecen en la nómina de 52 artistas que el Museo ha logrado reunir, un proyecto de producción propia en el que, a pesar de las complicadas circunstancias actuales para la organización de muestras corales, se lleva trabajando más de tres años y que ofrece un recorrido inédito hasta la fecha en un museo español.
Así, en este prolífico universo de las artes plásticas, el visitante se pueden encontrar con jóvenes creadores en sus primeros tanteos (Joan Miró, Salvador Dalí, Maruja Mallo o Benjamín Palencia); los maestros consagrados en plenitud de facultades (Pablo Picasso, Joaquim Sunyer, Daniel Vázquez Díaz o Pablo Gargallo); los neorrealistas más recalcitrantes (Roberto Fernández Balbuena, Josep de Togores, Alfonso Ponce de León o Mariano de Cossío) e, incluso, a varias figuras destacadas pero casi ignoradas (Jorge Oramas, Ángel López-Obrero, Helios Gómez o Santiago Pelegrín).
«Con esta exposición queremos presentar la disparidad de lenguajes en un momento fundamental del arte español, uno de los episodios menos valorados por la historiografía y escasamente conocido por el gran público, con obras de una modernidad y calidad extraordinarias. Aunque la hemos organizado en tres secciones, no ha sido ideada con un afán dogmático. Nos gustaría que cada espectador se sienta libre para realizar su propio relato y que disfrute hallando relaciones entre las piezas o los artistas», señalan los comisarios.
Para la directora artística de la pinacoteca malagueña, Lourdes Moreno, esta muestra «refuerza nuestra apuesta por revisar y aportar nuevas miradas al arte español, más allá del relato de nuestra colección permanente, que termina en la antesala de esta renovación en clave realista que ahora se muestra».
Real(ismos). Nuevas figuraciones en el arte español entre 1918 y 1936 cuenta con el patrocinio de Fundación “la Caixa” y Soho Boutique Hotels.
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