«Cuando pensaba en el proyecto Cuestionamiento busqué temas que nos posibilitaran diversas lecturas. Quería que la gente se preguntara por lo mismo que yo cuestiono en mi día a día», explica Dias. Así surgió un proyecto que se estructura en dos exposiciones y un programa de actividades y que gira en torno a dos grandes temas: el territorio y la sociedad.
Al igual que en la primera muestra, Cuestinamiento II – Sociedad mantiene un modelo curatorial colaborativo consistente en varias fases: encuentro y debate con los artistas, presentación y desarrollo de las propuestas y exhibición de los proyectos. Esta fórmula permite el intercambio de ideas y experiencias personales entre todos los artistas participantes y genera conexiones que perdurarán en el futuro.
La exposición invita al visitante a reflexionar en torno a problemas sociales. La sociedad, al igual que el territorio, es un concepto polisémico que se define como un conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven bajo las mismas normas. Los artistas adoptan el papel de observadores y, a través de sus obras, investigan y revisan su relación con el entorno, abordando algunos de sus grandes problemas desde propuestas estéticas muy diferentes.
Relaciones emocionales
El recorrido expositivo comienza con la propuesta de Carlos Valverde (Cáceres, 1987) A Brief Review on Sacrifice and Reward. «El artista busca la interacción con el espectador, que tiene que completar su obra», argumenta el comisario. Para Valverde, «el arte parte siempre de una idea de sacrificio, pero también tiene una recompensa. Es gratificante en el momento que ofrece algo a cambio y nos invita a pensar en la obra como algo directamente vinculado a estas dos realidades».
En Uncover, de Tiago Casanova [1] (Madeira, 1988), el espectador se enfrenta a otro tipo de relaciones emocionales. La obra parte de una historia real y personal que vivió el artista, el final inesperado de una relación amorosa que duró más de siete años. Casanova ha realizado un profundo análisis de los meses siguientes a este acontecimiento y a los actos obsesivo-compulsivos protagonizados por sí mismo. «Nunca más he vuelto a ver a esa persona, sabía que se fue a vivir a Dubái y comencé a hacer una búsqueda por internet, que ha dado como resultado una obra que el público tiene que descubrir», asegura el artista.
Bajo el título Sex on the beach, Bel Fullana (Mallorca, 1985) presenta un proyecto con el que retrata a los turistas que veranean en Mallorca durante los meses de verano. Como espectadora nativa y residente en Mallorca, Fullana invita al espectador a un viaje paralelo por la isla, para representar una jungla de personajes deshumanizados de facciones primitivas en escenas de desfase.
Esta serie de cuadros, que toman el nombre de diferentes cócteles, no nace como una crítica sino como una mirada hacia lugares, dónde la realidad se distorsiona para generar relaciones sociales y emocionales en las que el individuo se abstrae de su cotidianeidad para convertirse en una parodia pasajera que existe únicamente en ese contexto.
Resistencia
El artista portugués André Alves (1981) se centra en Suspensionados en la idea de obsesión, en este caso, por la eterna juventud. Alves parte de la palabra suspensión para reflexionar sobre el desperdicio de la experiencia y la utilización del otro como simple herramienta productiva. El artista llevará a cabo una actividad pública en la sala, bajo el título Suspensionados o No estamos en ningún lugar, en la que propondrá un ejercicio de reflexión sobre el valor de la experiencia del ser humano, en el contexto de una sociedad exhausta de todo lo que es nuevo y de rápido consumo. «Todas las reflexiones que se generen se incluirán en las paredes, completando así mi obra», afirma. En palabras del comisario, esta obra «no sólo habla sobre personas mayores, sino que se centra también en gente con demencia o problemas mentales».
El proyecto de Tiago Baptista (Leiria, 1986) obliga también al visitante a realizar un esfuerzo para obtener una recompensa. En sus obras, la realidad y la ficción se mezclan y se transforman en algo imposible de distinguir. Representa al hombre como un agente pasivo, que acepta los cambios como algo necesario e inmutable, en un mundo por venir y al que no queremos mirar, pero también «se habla de las relaciones que los individuos establecen entre sí y con el espacio», asegura. En sus pinturas hace guiños a la historia de la pintura, por ejemplo a Velázquez.
En Counter Sediments, Elena Lavellés [2] (1981) toma como tema de referencia y reflexión el derecho de vivienda y su mutación en diferentes partes de mundo. Como explica, «mi trabajo se basa en la resistencia social. Con la autoconstrucción me sumerjo en otras formas de vivienda en las que se reutilizan materiales y se pone en marcha una alternativa de colaboración, de comunidad». Por último, en la instalación A pie de calle, Olalla Gómez [3] (Madrid, 1982) utiliza dos elementos que luchan por coexistir en el espacio público: el pavimento y las denominadas malas hierbas, para reflexionar en torno a la idea de homogeneidad y de resistencia en la estructura social actual.
Como ya ocurrió en con Cuestionamientos I – Territorialidad [4], alrededor de la exposición se llevará a cabo un programa con actividades dirigidas a distintos públicos con el que se pretende profundizar en los temas planteados por los artistas.
Al final de la muestra y con el objetivo de internacionalizar la convocatoria y completar el diálogo entre artistas de España y Portugal, que ha sido constante y uno de los puntos fuertes de este proyecto, viajará, con el apoyo de la Comunidad de Madrid, al Centro Cultural Vila Flor en la ciudad de Guimãres en Portugal en el mes de octubre de 2016.