La serie The bikeriders, cuyo libro se publicó en 1967, está basada en la vida de los moteros del medio oeste desde 1963 hasta 1967. En estos cuatro años, Lyon fue más allá de la mera documentación y recorrió las carreteras como un miembro más del club de moteros conocido como los Chicago Outlaws, con el que compartió su estilo de vida. Como él comenta, «lo que motivó este trabajo, más allá de la observación de un mundo desconocido para nosotros, es lo que yo llamaría el espíritu de los bikeriders«.
Alterar las conciencias
Para Uptown, Lyon retrató a inmigrantes recién llegados desde los Apalaches y el sur de América. Su intención era dar visibilidad a aquellas personas que nunca la tendrían si no fuera por sus imágenes. «Las imágenes no se hacen para molestar las conciencias de la gente, pero sí para alterarlas. Las fotos no están pidiendo ayuda para estas personas, sino algo mucho más difícil: ser muy consciente de su existencia, una existencia tan real e importante como la suya propia».
Danny Lyon es uno de los principales impulsores del «nuevo documentalismo» y uno de los representantes de los denominados «concerned photographers» (fotógrafos comprometidos). Como sucede con Robert Frank o William Klein, sus series y libros, más allá de buscar únicamente el compromiso político, muestran que la autoría es más importante que el tema tratado. En el caso de Lyon, además, la práctica fotográfica como aprendizaje personal y el deseo de vivir las experiencias al margen de la historia oficial son rasgos que se reflejan en el conjunto de su obra.
«A mí me pones una cámara en la mano y quiero acercarme a la gente. Estar no solo físicamente cerca, sino también emocionalmente cerca, todo. Es parte del proceso. Ser fotógrafo es una cosa muy extraña». Danny Lyon no duda en expresar de esta manera su trabajo, que cuenta con la capacidad de dar voz a los sujetos a los que retrata, entendiendo de manera instintiva sus esperanzas, sus aspiraciones y en algunos casos su actitud rebelde contra la autoridad.