Las instrucciones escritas a mano por la misma artista explican cómo se debe proceder: «Formula un deseo. Escríbelo en un trozo de papel. Dóblalo y cuélgalo en una rama del árbol de los deseos. Di a tus amigos que hagan lo mismo. Y continúa deseando hasta que las ramas estén llenas de deseos».
El Wish Tree cumple su 25 aniversario desde el proyecto inicial, cuya vigencia perdura por la extensión geográfica que ha alcanzado, así como por el interés demostrado allí donde se ha activado. Una vez que los naranjos hayan “florecido”, el proyecto culminará con la recogida de los deseos que, tras agruparlos de cien en cien, serán enviados a la artista.
En la isla de Videy, en Islandia, será donde terminen los más de un millón de deseos que se han ido recolectando. En ese lugar, la propia artista ideó una escultura en homenaje a John Lennon y al sueño que compartieron. A modo de instalación lumínica, la Imagine Peace Tower, titulada así en un guiño a la canción, será el lugar en el que se enterrarán los deseos formulados.
El Lázaro Galdiano ha querido ser sede del Wish Tree de Yoko Ono para transmitir el mensaje de paz de la artista para conseguir un mundo mejor a partir del diálogo con la naturaleza. El Museo y Casa Asia compartieron desde el principio esta propuesta.