Además de la versión de estos autores, la muestra, que ha sido comisariada por Asier Mensuro, incluye obras derivadas de iniciativas de museos en torno al cómic y de encargos de Fundación Telefónica para reinterpretar en viñetas su colección de arte.
El arte en el cómic reúne trabajos de maestros del cómic europeo como Milo Manara, Enki Bilal, Catherine Meurisse, David Prudhomme, Bernard Yslaire o Marc-Antoine Mathieu; y también obra de un nutrido grupo de artistas españoles como Santiago García, Javier Olivares, Ana Galvañ, Mamen Moreu, Miguel Gallardo, Sergio Bleda, Paco Roca, Rubén Pellejero, Juan Díaz Canales, Enrique Ventura, Joan Boix, Fidel Martínez, Brais Rodríguez o Malagón, entre otros muchos. Junto a todos ellos también hay autores americanos como Juan Giménez, Arthur Suydam, Jorge Zentner o Patricio Clarey.
Museos y cómics
Tres grandes instituciones culturales fueron las primeras en dejar entrar a grandes dibujantes en sus salas. En 2005, el Musée du Louvre creó junto a la editorial Futuropolis una colección de cómics en los que las obras del museo y sus colecciones eran los elementos centrales de la historia, materializándose en 2009 la exposición Le Louvre invite la bande dessinée.
En 2014, el Musée d’Orsay creó, también junto a Futuropolis, su propia colección ambientada en sus colecciones de arte. Ese mismo año, los museos españoles se abrieron al cómic con el álbum Mitos del Pop, de Miguel Ángel Martín, por encargo del Museo Thyssen-Bornemisza como complemento de la exposición homónima [1].
Con El arte en el cómic, Fundación Telefónica se suma a esta iniciativa encargando versiones libres de algunas de las mejores piezas de su patrimonio artístico a ilustradores e historietistas de prestigio. Así, Javier Olivares, Premio Nacional de Cómic de 2015, y Santiago García ofrecen su visión de Constructivo en blanco y negro «TBA» (1933) de Joaquín Torres García.
La dibujante Mamen Moreu realiza tres ilustraciones que homenajean a las obras Le peintre au travail de Pablo Picasso, Assemblage amb graffitti de Antoni Tàpies y La Belle Seociété de René Magritte. Juan Berrio, por su parte, se documenta sobre el periodo en que María Blanchard pinta la obra Composición cubista y realiza una historieta de una sola página que emula la estructura del cómic 13, Rue del Percebe de Francisco Ibáñez.
Otros autores que realizan versiones de cuadros de la Colección Telefónica son Ana Galván, con dos ilustraciones de Phycological Morphology, de Roberto Matta, y Nature morte cubiste, de María Blanchard; Tyto Alba con dos versiones de Verres, journal et bouteille de vin, de Juan Gris, y L’appel, de Paul Delvaux; y Teresa Valero, con una imagen de La chanteuse, de Juan Gris.
Pintura y cómic
La muestra también recoge cómo las grandes obras de la pintura aparecen en el cómic. Un acercamiento novedoso al mundo de la pintura, una mirada personal y un homenaje de los historietistas que, conscientes de la capacidad narrativa del noveno arte, utilizan sus recursos para mostrarnos el mundo de la pintura de un modo distinto al que habitualmente ofrecen críticos y teóricos del arte.
Esta parte cuenta con piezas como 3 páginas sobre el Guernica, de Javier Olivares y Santiago García; La voz del pueblo, de Gustavo Rico; La carga de los mamelucos a los ojos de Jorge García; y Espejo del alma, de Teresa Valero y Juan Díaz Canales, que incluye versiones de algunos de los principales lienzos del movimiento impresionista.
GatoRembrandt Harmenszoon van Rijn by himself (2009), de Jacobo Fernández Serrano, incluye diversos autorretratos del pintor holandés que se metamorfosean hasta convertirse en retratos del felino que protagoniza la historieta. Santiago Valenzuela quedó impresionado por el cuadro La torre de Babel de Peter Brueghel el Viejo y la exposición recoge cuatro ejemplos de torres que protagonizan su obra gráfica. Otro ejemplo es la portada del número 100 de El Víbora, en la que los principales personajes de la mítica revista aparecen retratados como los náufragos del famoso cuadro La balsa de la medusa de Géricault.