Convocado por la Calcografía Nacional, el Premio Nacional de Arte Gráfico, instituido en 1993, tiene el triple objetivo de reconocer la labor de los creadores que se dedican al grabado y técnicas afines, impulsar su práctica y estimular el coleccionismo de estampas.
El jurado de la XXI edición, formado por Antonio Bonet Correa, Juan Bordes, Gustavo Torner, Chema de Francisco y Juan Carrete, destacó «la capacidad de Broto para trasladar a la obra gráfica su creación pictórica, asociada en un primer momento al constructivismo y luego a la neoabstracción».
Este premio es un reconocimiento a la obra en grabado, serigrafía, litografía e impresión digital realizada por este artista que siempre ha concedido un gran protagonismo a su obra gráfica.
La exposición que se presenta en la Calcografía Nacional ha sido planteada por el artista no solo como una retrospectiva de su obra -con series tan importantes como Los vientos, realizada en el Taller Línea de Lanzarote o Carlo Gesualdo, inspirada en el compositor italiano del siglo XVI-, sino también como un pequeño homenaje a todos aquellos estampadores y grabadores que han trabajado con él.
Así lo reconoce Broto: «Pocos artistas son capaces de realizar su propia obra gráfica. Para llevar a buen término el trabajo, además de dominar la técnica del grabado, la litografía o la serigrafía, hay que ser paciente, minucioso, riguroso y estar dispuesto a trabajar en equipo, cualidades que pocos de nosotros poseemos. Es justo, por tanto, reconocer que estas obras son también y casi más que mías, de Michael Woolworth, de Perico Simón, de Pepe Bofarull, de Jorge y Dora Marsá, de Erika, de Julio León… que son quienes las han materializado. Mi agradecimiento a todos ellos y también a los editores, quienes se hacen cargo de la edición muchas veces por puro amor al arte».
A lo largo del acto de presentación, los responsables de Calcografía Nacional hicieron público el nombre del artista galardonado con el Premio Nacional de Arte Gráfico 2018 que, por unanimidad, ha recaído en Luis Feito.