La exposición reúne obras de diversas instituciones tales como el Patronato de la Alhambra y el Generalife, la Universidad de Sevilla o el CAAC, así como numerosas colecciones privadas y de la propia artista.
En esta muestra se pueden contemplar obras de Laffón de diferentes técnicas. Así se presentan óleos sobre lienzo, dibujos de carbón sobre papel, pastel y óleo sobre papel y esculturas en hierro pintado, hierro, escayola, madera y aluminio, bronce pintado y témpera y carbón sobre madera.
La selección de obras compone un recorrido inaudito por la ribera del río Guadalquivir, paisajes del encuentro inesperado en La Cartuja sevillana, de la vitalidad de las márgenes del río en Bonanza, de la luz sobre el Coto desde Sanlúcar de Barrameda, de la inminencia del mar en La Jara… Un recorrido que finaliza como un regreso a La Cartuja, enclave donde se enmarca el CAAC.
De su vida y su relación con Sevilla y Sanlúcar de Barrameda, Carmen Laffón dice: «El Guadalquivir es el río de Sevilla, mi ciudad de nacimiento, que me lleva a Sanlúcar de Barrameda, mi otra ciudad, donde comencé a pintar y a soñar».
Con motivo de esta muestra, que llegará la próxima primavera a Granada, se ha editado un libro-catálogo en colaboración con el Centro de Estudios Andaluces que reúne a especialistas del panorama artístico español como Francisco Calvo Serraller, Jacobo Cortines, Lorena Martínez de Corral y el propio comisario de la muestra, Juan Bosco Díaz-Urmeneta, que analizan la obra y trayectoria de Carmen Laffón.
Pintar y soñar
Carmen Laffón tuvo una vida diferente desde su niñez. Sus padres, que se habían conocido en la Residencia de Estudiantes de Madrid, deciden no llevarla al colegio. Su educación se lleva a cabo en su casa. Sus inicios en la pintura tienen lugar a los 12 años de la mano del pintor Manuel González Santos, amigo de la familia y antiguo profesor de dibujo de su padre, por cuya indicación ingresa en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, a los 15 años de edad.
Tras cursar estudios en esta institución durante tres años se traslada a Madrid, en cuya Escuela de Bellas Artes finaliza su carrera. En ese mismo año, 1954, hace su viaje de fin de estudios a París, donde queda especialmente impresionada por la obra de Marc Chagall. Al año siguiente realiza una estancia de estudios en Roma con una beca del Ministerio de Educación. A su regreso a Sevilla en 1956 continúa pintando en la casa de verano familiar en La Jara, frente al Coto de Doñana, que acabará siendo el lugar central de su actividad artística. Allí tiene actualmente su estudio, y el Coto de Doñana y su paisaje se han convertido en principal protagonista de su pintura.
En 1967 se acerca al mundo de la enseñanza y junto a Teresa Duclós y Pepe Soto crean la Escuela El Taller y en 1975 se incorpora a la Cátedra de Dibujo al Natural de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla.
En 1998 es nombrada académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. El 16 de enero del 2000 pronunció el discurso de ingreso titulado Visión de un paisaje que versó sobre su relación con Sanlúcar de Barrameda y el Coto de Doñana.
Carmen Laffón es Hija Predilecta de Andalucía. Está en posesión del Premio Nacional de Artes Plásticas y de la Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes, entre otras distinciones.